Es momento de irme!!

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Pov calle

Ya tenía unos cuantos días que me quitaron el yeso... ya podía caminar bien sin ningún impedimento, la hermosa doctora de ojos verdes seguía visitándome pero la verdad es que yo no me sentía a gusto no se porque pero me hacía sentir rara y al parecer ella no lo notaba ya que seguía igual de sonriente que antes, nuestras conversaciones se basaban en pequeños sueños que yo tenía, los llamamos recuerdos de mi vida y sobre su boda que era en la parte que más incómoda me sentía, estaba feliz porque estaba haciendo su vida y se notaba feliz pero eso no le quitaba que yo sintiera ese peculiar dolor en mi pecho.
Hoy llego a mi cuarto, yo la esperaba a la misma hora, pero hoy se demoro más y no llego sonriendo como siempre, la verdad venía seria, vi que en su mano traía una bolsa de plástico negra la cual me daba curiosidad
-hola Daniela, cómo estás? -me dijo sonriéndome pero con algo de tristeza
-bien doctora, pasa algo? -no pude esperar a preguntar el porqué de su cara, Paula suspiró pesadamente y se acercó a mi, dejando la bolsa a mi lado
-mira Daniela lo qué pasa es que este hospital es público y pues tú sabes que aquí hace falta espacio para los demás enfermos, sin que yo supiera alguien firmó tu alta, hable con el director a ver si te dejaban quedar más tiempo a ver si lograbas recuperar tu memoria, pero el doctor me replicó que era algo imposible, que físicamente ya estás en condiciones perfectas y debes abandonarlo -me dijo bajando su cabeza
-entiendo.... doctora no se preocupe, estaré bien -le sonreí para que no se preocupara por mi y ella solo me regaló una sonrisa triste
-el único problema es que no tengo ropa para irme jajajaja -dije con una risa nerviosa, en ese instante ella tomó la bolsa negra y me la dio
-toma, es ropa que compre para ti... espero que te quede bien -me dijo mientras sacaba de la bolsa unos jeans, una blusa blanca y ropa interior, la cual al sacarla me sonroje, unos zapatos deportivos y una chamarra del mismo material de los jeans
-doctora no se hubiese molestando con tanto -le dije realmente apenada
-no es ninguna molestia, me caes bien y pues esa es la manera en la que te puedo ayudar ahorita -claro le caía bien, eso ya me lo había demostrado
-muchas Gracias no sé cómo agradecerle todo esto -le dije aun viendo la ropa y colocándome de pie
-la forma en la que me lo agradecerás será colocándotela y viéndote bien guapa, anda ve a probártela -me sonrió y salí directamente a los baños.
sin mirar a ningún lado me metí a un cubículo inmediatamente y me coloque la ropa, al parecer le había atinado a mi talla, toda la ropa me quedaba perfectamente, salí con las manos ocupadas en doblar la bolsa que me habían brindado, de repente me vi parada gente a un espejo y me quede pasmada al darme cuenta que lo que reflejaba en ese espejo era la misma chica de mis sueños, los mismos ojos azules y cabello negro, sería que me hablaba a mi misma?
Al momento de reaccionar salí rápidamente del baño un poco aturdida por el episodio anterior y me dirigí a la habitación, ahí se encontraba paula esperándome, al mismo soñó la puerta ella giró a verme y su aspecto fue de sorprendida
-vaya! Te vez muy bien, te lo juro que si no estuviera comprometida te pedía una cita conmigo jajajaja -yo solo podía reírme de tal ocurrencia
-bueno, entonces esto quiere decir que aquí nos despedimos -me dijo haciendo una mueca de tristeza
-pues si, al parecer así será, pero de vez en cuando me daré una vuelta por aquí para ver cómo está y plática con usted -me miro algo extrañada
-porque ya no me tuteas? Es que acaso te parezco muy anciana para que me tutees? -me dijo sonriendo con burla
-no! No es eso jajaja, simplemente, que bueno, tengo que guardarle respeto, ya que pronto será una mujer casada y es mejor no meterse en problemas jajajaja -le dije en broma y no podía parar de reír
-bueno creo que ya es hora de irme, por cierto mire doctora, muchas gracias por prestarme este libro, es muy bueno -le sonreí tendiéndole el libro para que ella lo tomara, lo tomo y metió algo dentro de él y me lo devolvió
-es tuyo, te lo regalo, es para que me recuerdes y tengas algo de mi -me dijo sonriendo y le sonreí
-Gracias, bueno ahora si es hora de irme... chao doctora -le dije con la mano, ella aun sonreía, quise quedarme con esa imagen de esa hermosa mujer de ojos verdes que me había cautivado tanto por su físico como con su personalidad.
Salí del hospital y no sabía que hacer, me puse a dar vueltas por las calles, aun era temprano, un reloj de una tienda decía que eran las 5pm estaba ya exhausta de caminar, vi un pequeño parque y me senté a descansar, tomé el libro para ojearlo y cayo algo de él, levante una tarjetita donde decía "este es mi número de celular, y el de mi casa por si algún día necesitas algo, no te olvides de mi, que yo tampoco lo haré. By: Paula Galindo"
Me preguntaba si con todos sus pacientes sería igual o solo conmigo, pero bueno eso ya no importa, procuraría no molestarla, era suficiente con lo que me había ayudado
En esos momentos solo trataba de recordar algo para ver donde podía ir en momentos como este, pero nada llegaba a mi cabeza, solo obtenía un dolor de cabeza horrible, poco a poco me fui dando por vencida y solo espere que me tenía preparado el destino...

LA LUZ QUE IRRADIA UN MILAGRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora