LA LUZ QUE IRRADIA UN MILAGRO

Es una broma?!!

Pov Poché

Llegamos a la casa de los Garces, el señor Alberto al enterarse de que me iba a casar puso su casa a mi disposición, yo quería negarme pero él me insistió tanto que no me pude negar, así que hay en esa casa me casaría, llegamos y entramos al jardín ya que ahí seria la recepción, vimos a unos meseros ultimando los detalles de las mesas, había un poco de gente que apenas había llegado la cual me saludo, me felicito y en ese preciso momento los nervios a mi habían llegado, comencé a sentir frio, entramos a la casa, el jardín ya se encontraba lleno de sillas acomodadas como si fueran butacas y al final de frente una mesa larga, que era donde por fin firmaría para que todo esto terminara y mi vida siguiera su curso como siempre debió ser.

Mire el reloj y casi era hora para que comenzara la ceremonia, la gente se empezaba a acomodar en las sillas y los nervios en mi incrementaban, no había ni rastros de Paula, miraba hacia la salida cuando sentí la mano de alguien posarse en mi hombro, voltee a ver y era mi cuñado con una brillante sonrisa, voltee a verlo y espere que Dani lo acompañara pero venia solo, al parecer no había venido, era mejor, seria mas tortura para mi si ella se apareciera, o tal vez no solo para mi y por eso su decisión de no venir, ninguna estaba preparada para dejar partir a la otra

-¿Ya estas lista cuñadita? -me dijo mientras palmeaba suavemente mi espalda, jale aire con fuerza tratando de calmar mis nervios antes de contestar, aunque se me hacia demasiado raro tanta cercanía de Mario, no le tome importancia, tal vez por fin nos íbamos a empezar a llevar bien

-Si Mario ya estoy lista -le dije tratando de darle mi mejor sonrisa, no quería darle motivos para que desconfiara de mi, quería llevarme bien con el y tratar de convencerlo que haría a su hermana muy feliz

-Bueno, entonces caminemos hacia el altar, recuerda que soy tu padrino de bodas -eso me causo gracia y le di un pequeño empujón amistoso y nos reímos ambos, seguíamos conversando mientras nos acercábamos a la mesa, metí la mano en el bolsillo y recordé el reloj que me había dado mi padre, lo saque para ver la hora

-¿El reloj de tu padre? -me dijo tomando la cadenita y con cierto tono de sorpresa

-Sí, así es, ¿cómo sabes? -le dije mirando la hora y volteando a ver, que ya estaba toda la gente acomodada en las sillas y se me hizo raro que hubiese adivinado de quien era este obsequio

-Por la cadenita, siempre la vi pender del pantalón de tu padre, es hermoso -dijo cuando se lo mostré y sentí nostalgia en su voz, tal vez a ambos nos sorprendia todos estos movimientos

-Sí, mi padre me lo dio para que de ahora en adelante mida cada segundo de mi felicidad -el volteo a verme a la cara, sonrió entregándome el reloj, fue una sonrisa rara, pero preferí ignorarlo

-Rarita, ¿sabes que te quiero mucho? ­-me dijo con cierto gesto infantil, eso me hizo sonreir, extrañaba sus apodos pero lo que mas extrañaba era que me demostrara su cariño, desde que murió Dani no lo hacia

-Claro que se que me quieres simio, yo también te quiero mucho, ¿a que va todo esto? - lo mire a la vez sonriente y extrañada, sabia que tramaba algo, y quería saber que era

-Que...bueno, yo te quiero pedir una cosa -me dijo bajando el rostro

-que quiero que me la cuides mucho, ella es una de las cosas más valiosas de mi vida, la amo ¿me entiendes? -alzo la vista para verme, yo solo asentí, sabia que tan difícil para el era pronunciar esas palabras, a pesar de que nuestra relación no era buena el amaba a su hermana mas que a su propia vida

-y yo solo quiero verla feliz, ella es feliz contigo, eres su vida, nunca le falles por favor, que si no te las ves conmigo -me sonrió amenazante, para después suavizar su expresión, sabia que amaba a su hermana pero algo me hacia sentirlo triste a el, no se si era imaginación mia o que pero lo sentía asi.

-házmela feliz, muy feliz -las lagrimas me querían ganar, el se acerco a abrazarme y yo correspondí a su abrazo, era su hermana, la quería demasiado y como yo, creo que hasta como ella misma el tenía miedo que le hiciera daño, nos separamos al oír la música que comenzaba a sonar, indicando que la novia venia entrando, jale aire, tratando de no voltear y esperar a que ella llegara a mi lado, ahora se cumpliría el momento por el cual tanto tiempo había esperado Paula, y si digo que solo paula lo había esperado, porque a sinceridad yo no quería que llegara este dia, el momento el cual por fin terminarían mis tormentos y proyecciones de locuras, el momento en el cual, Dani, se separaba de mi vida completamente.

La marcha de Mendelssohn, sonaba con todo su esplendor dentro de la casa, la clásica marcha, que era ejecutada por los músicos que mi "casi-suegro" había contratado como regalo de bodas, saque todo el aire que tenia reprimido y cuando estaba a punto de voltear para recibir a la novia, alguien tomo mi hombro, voltee y era mi cuñado con el móvil en la mano

-Hey Poché, hay una llamada para ti -me dijo susurrándome y enseñándome el teléfono, el estaba loco, estaba a punto de recibir a su hermana y el me sale con eso

-¿Qué? ¿Estás loco? ¿Cómo crees que voy a contestar ahora? ¡Que llamen luego! -le dije rápidamente para tratar de dar la vuelta y recibir a la novia, me sujeto del brazo y me gire hacia el, veía suplica en su mirada

-Es urgente necesitas contestar, yo sé porque te lo digo -la cara de seriedad de Mario, que era tan impropia de él, me termino de convencer, tome el teléfono que me extendía

-¿Aló? -conteste nerviosa porque Paula ya casi llegaba a donde estaba y yo con el móvil en la mano

-Poché... -¡esa voz! ¿Qué clase de broma era esta? Voltee a ver a mi cuñado y el solo se encogió de hombros, voltee de repente y junto a mi estaba la mujer con la que me iba a casar

-¿Poché? ¿Me escuchas? -oí a la voz decirme, trate de salir de mi aturdimiento, era muy difícil creer que esa voz era la que me estaba hablando por el móvil, era algo casi imposible, o bueno, eso creía yo...

3/10

Los amooo bebés, cada vez más cerca del final, espero les guste y me apoyen hasta el final, gracias bebes