Pov poché
Sonreí de vuelta, al menos las cosas no estaban del todo perdidas, había recuperado a Paula, la amiga, la cómplice, la incondicional
-Gracias Paula -dije con tono sincero
-no agradezcas...tu mejor que nadie sabes que pienso... -asentí y ella dio media vuelta y salió por la puerta, tenía razón, el amor no se agradece
El tiempo fue pasando, ella me invitó a comer a su casa, yo no quería ir porque sabría que ahí estaría su hermano y doña Nora, me baje del auto, recordando la escena que se había suscitado aproximadamente 7 meses antes en aquel lugar y era increíble como habían cambiado las cosas, toque el timbre y paula abrió la puerta, me dio un abrazo corto y un beso en la mejilla y me sonrió levemente, entre temerosa de encontrarme a Mario, doña Nora se encontraba en la cocina, me senté en la sala junto a Paula, platicábamos, bueno, ella me sacaba las cosas a tirabuzón porque yo no era capas de decir nada, estaba nerviosa, Paula me sonreía y de un momento a otro se paró diciéndome que iba a ver si ya estaba la comida, me quede sentada, observaba un bonsai que estaba en un esquinero cuando sentí que alguien se sentó, pensé que era paula, pero me lleve una gran sorpresa y casi me muero de susto al oírlo hablar
-hola rarita... -y si, era Mario, me miraba de forma amenazante, yo volteé hacia la cocina y Paula y su mamá estaban de espaldas
-ho...hola si...simio -demonios! Pensé inmediatamente, porque no me salió su nombre en lugar de lo que le decía siempre?
-jajajaja, donde está la seguridad de antes? Ah? -dijo acercándose más en el sillón, y yo solo podía encogerme de hombros porque ni siquiera sabía donde estaba esa seguridad
-ah claro, sabes que mi hermana no te defenderá! -con cada palabra se acercaba más y la verdad yo ya no sabía que hacer
-pero tranquila...con el miedo me basta jajajaja -en ese momento no sabía ni qué decir o qué hacer, Paula se acercó hacia el sillón donde estaba él y le dio un zape
-qué te dije sobre no meterle miedo? -dijo ella y lo miró con enojo
-ayyy ya! Ya! Esta bien! Esta bien! Tienes suerte que mi hermana aún te protege, rarita! -me dijo sobándose la cabeza por el golpe que le había propiciado Paula, yo solo sonreí, Paula nos indicó que podíamos pasar a la mesa, nos sentamos, el ambiente estaba un poco tenso, nadie comía, Mario me miraba a mi, Paula miraba a Mario, doña Nora miraba a Paula y yo miraba a doña Nora, creo que nos dimos cuenta de la manera en que nos mirábamos y rompimos ese extraño patrón de miradas, comenzamos a comer, pero aun se sentía tensión porque nadie hablaba, Mario de repente se paró
-Gracias por la comida, pero me tengo que ir -sonrió de una manera que no lo hacía desde años, exactamente desde que Dani había muerto
-a donde vas hermanito? -dijo Paula viéndolo de forma maliciosa
-a donde no hayan raritas jajajaja -dijo mirándome con una sonrisa y Paula lo miró de forma acusadora
-ok ok ya! No aunque quisiera -dijo nuevamente refiriéndose a mi
-Mario... -ahora fue doña Nora la que lo reprendía
-bueno ya, voy a casa de mi novia, bueno mi casi novia -en segundos tuvo que corregir lo dicho anteriormente
-a ver, a ver, cómo está eso? -preguntó Paula de manera curiosa
-bueno esa chica me gusta y sé que yo también, solo falta que se lo pida -sonrió nuevamente
-bueno hermanito, pues no te tardes para presentarla eh? -volvió a decirle Paula, pero no se porque sentía una sensación rara cada vez que Mario hablaba de esa chica
-no, te aseguro que no tardaré mucho en hacerlo -sonrió y salió, ahora solo nos quedábamos Paula, su mamá y yo, sabía que tenía que disculparme con doña Nora pero no sabía cómo, en eso sonó el celular de Paula, se levantó rápidamente y agarró sus llaves
-mamá, poché, me tengo que ir! Hay una emergencia en el hospital, nos vemos luego -le dio un beso a su mamá en la mejilla y a mi otro. Y salió corriendo
Ahora me quedaba sola con doña Nora, esto era lo que menos quería, quedarme a solas con su mamá
-doña Nora, yo... -la verdad no sabía que decirle, hasta que ella me interrumpió
-me ayudas con los platos? -me dijo y yo solo asentí aturdida, los llevábamos a la cocina y ella comenzó a lavarlos, me sentí inútil por un momento y me arremangue la blusa y me puse a ayudarla, ella al verlo solo sonrió
-se que no eres mala persona, sé que no quisiste lastimarla -me dijo mientras tallaba un plato sin mirarme, yo la mire sorprendida y ella al no escuchar respuesta de mi parte prosiguió
-pero no me gustaría que ella se hiciera otras ilusiones con la amistad que tú le ofreciste -me dijo y yo aun no lograba analizar todo lo que me decía doña Nora
-señora yo... -me vi interrumpida por su voz nuevamente
-déjame terminar... -me miró y yo solo asentí, me pasó el plato y yo lo enjuagaba
-tengo la impresión de que tuviste una razón poderosa como para besarte con esa chica, aunque suene raro, algo aquí en mi corazón me dice que a veces hay cosas que no puedes decir porque no te creerían, o porque sería mal juzgado y algo así te pasa a ti, tú guardas algo, lo único que te pido es que confíes en Paula, yo sé que ella sabrá comprender eso que tú guardas, ella es una mujer inteligente y madura, solo te pido que seas sincera con ella para que su corazón comprenda y deje de ilusionarse con lo que nunca será, porque ella aún guarda una pequeña esperanza, poché te quiero mucho y solo te pido eso -con su confesión o mejor dicho, con su concejo yo solo podía verla de manera sorprendida porque la verdad no sabía que decir y solo pude asentir a lo que doña Nora me dijoLos amooo bebés, gracias por tanta comprensión, gracias por todos esos mensajes de apoyo en estos momentos
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LA LUZ QUE IRRADIA UN MILAGRO
Fiksi PenggemarMaría José Garzón una chica distraída pero muy inteligente lastimosamente por cuestiones del destino se ve afectada con la pérdida de su más grande amor. Daniela Calle una chica inteligente que parte en el momento que no lo debía hacer pero su amor...