Nos estábamos acercando a la casa de estos chicos, cuando empecé a preocuparme porque ni Evan ni Aaron me contestan los mensajes. Desde que salí de la casa, comencé a mandar esos mensajes para avisar que ya había salido, que no se preocuparan por mí, pero ellos no me contestaron.
-Deben estar en un bar o algo – trató de tranquilizarme Gus.
-No le ayuda eso. – dijo Jodie. – Capaz están enojados y hacen eso para que lo sepas. – negué.
-Sé que Evan no estaba del todo contento, pero no estaba enojado tampoco, y Aaron me entendió. – vi a Jodie hacer un gesto que no sabía si asustarme o seguir preocupada.
-Entonces no sé qué decirte.
-Yo sí, tenés que disfrutar la fiesta, seguramente ellos se comunicarán con vos si se desocupan. – habló Gus. Me sonrió desde el retrovisor. Le devolví el gesto, capaz tenía razón, ellos se comunicarán conmigo. Me prometí disfrutar de esta noche, no quería preocuparme, deben estar ocupados.
-Llegamos. – avisó Jodie.
Gus estacionó un poco lejos, está en lo cierto, por ahí viene uno borracho y choca su auto o lo rompe por alguna extraña razón.
-Okey, ¿dónde están las bebidas? – reí, ni siquiera estábamos adentro para que Jodie preguntara eso. – Me muero de sed.
-Entonces toma agua – le contestó Gus estando cerca de la puerta, a decir verdad, no presté atención a lo fuerte de la música.Afuera no había nadie, pero por las ventanas se notaba la cantidad de gente y desde un costado de la casa se ven más luces, debería ser su patio.
-Vamos por detrás. – sin que pudiéramos votar, Jodie se dirigió hacia allá.
- ¿Sabes por qué ella está tan alterada? – me preguntó.
- Debe ser el hecho de que pelearon con mi hermano.
- Entonces esta noche va a beber como loca. – asentí.
[...]
Fuimos un poco apurados detrás de Jodie para que no se nos pierda, pero al fin y al cabo se nos perdió. Y cuando nos dimos cuenta ya estábamos con bebidas y bailando al ritmo de la música. En sí nunca me gustaron las fiestas, el hecho de que haya mucha gente en un lugar me desesperaba, tengo o tenía pánico al público, tuve psicóloga y según ella ya estaba bien. No resultó ser lo mismo la otra noche en casa, pero supongo que es parte del tratamiento tratar de salir a fiestas. En fin, con alcohol encima creo que todo estaría bien. O no. Vi a Jodie bailando con un chico, me hirvió la sangre verla así, se supone que era novia de Evan, no habrán terminado ¿o sí?
-Jodie. – llegué a ella con Gus atrás. – Nos vamos. – trate de llevarla, pero me corrió el brazo.
-Todavía no me divertí. – negué. – Vete tú, si tan preocupada estás por tu hermano, vuelve, total te pones mal en las fiestas. – a ella también se le sentía el alcohol.
- ¿En qué vas a volver?
- ¿Me llevas? - le preguntó al extraño enfrente de ella. Este asintió. – problema resuelto.
Me harté y lleve a Gus hacia su auto, la desafortunada suerte que tengo me hizo tropezarme y caer por culpa de alguien.
-Collins. Qué raro encontrarte por estos lados. – su voz no la confundiría ni con 200 litros de alcohol.
-Noah.
- ¿Estas bien? Digo, te caíste muy fuerte. – atrás me ayudaba Gus a levantarme. - ¿Estás engañando a Rizos de Oro? – rió.
-Es mi amigo. Aparte por qué te doy explicaciones a vos, que no sos nada mío. – su risa cesó.
- Te llevo a tu casa. – quiso agarrarme de mi brazo.
- No. Gus me llevará.
-Tu amigo... - hizo acentuación en la palabra amigo. – está alcoholizado, yo no, lo puedo llevar a él también. – para esto Noah me empezó a arrastrar hacia el frente de la casa. Gus venía siempre atrás mío, Noah tenía razón, está muy borracho como para que me lleve o para que se dé cuenta de la situación.
-Noah, me lastimas. – ejercía fuerte su mano en mi brazo, me paré e hice que me soltara, tenía intenciones de volver a hacerlo, pero me corrí hacia atrás, choque con Gus.
- ¿Ya nos vamos? – asentí.
- Vamos, Annie. – volví a mirar a Noah.
- No vamos a ir a ninguna parte con vos.
- Está bien...- pensé que dejaría de insistir. – Entonces te llevo a vos. – volvió a agarrarme y yo golpeándole el brazo. Le decía que no, Gus empezó a reaccionar, pero cuando se acercó Noah golpeó a su estómago. Ahogue un grito. Después de esto no pude reaccionar más, fue como si mi alma se fuera.
Pero algo sucedió después de eso, ya no sentía el agarre de Noah en mí, por inercia me caí al suelo, cerca de Gus, me acerqué a él y lo vi, se estaba quejando del dolor. Sentí una mano en mi hombro y tuve miedo, me giré con fuerza y vi a alguien conocido, me tiré a sus brazos.
-Tranquila, Anne, ya nos vamos a casa. – Nick estaba sobándome la espalda y ayudando que me parara. Giré mi rostro a donde estaba Gus y vi a Connor ayudándolo.
-Supongo que me toca llevar al niño rico ¿no? – espetó este mismo, le sonreí e hizo lo mismo. Nick asintió. – lo llevaré en su auto, después me buscan y vamos con Evan. – fruncí el ceño. ¿Evan?
- Jodie. – le hablé a Nick. – Tienes que traer a Jodie, todavía está adentro. – Nick asintió.
- Pero primero te dejo en el auto. – tal como dijo lo hizo. Estaba en el asiento de copiloto. Mirando la gente pasar, desde cuando se sumó tanta gente enfrente de la casa, parece que pasó algo. De repente alguien entra de piloto en el auto. Apenas lo vi, me lancé a él.
-Shh, está todo bien, peque. – me largué a llorar. – Nadie más te va a molestar. – me levanté para verlo y vi sangre en su nariz y labio. – Tranquila, el otro quedó peor. – me sonrió, ahí supe que él fue quién me quitó a Noah de encima. Acercó sus manos a mis ojos y empezó a esparcir mis lágrimas
- ¿Dónde está Evan? – se acuerdan desde el principio que sentía un malestar en mi estómago, bueno, ahora se viene el por qué.
- Está en el hospital.
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Viviendo Con Los Bad Boys
Novela JuvenilEsto es lo que pasa cuando eres la menor de los Collins Me llamo Anne Collins y tengo 18 años. Termine el colegio y para ir a la Universidad tengo que vivir con mi hermano, Evan, pero él no vive solo. Tiene una mansion, y vive con tres idiotas. Aa...