Cap 37: "Déjame ayudarte..."

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Anne

Connor no paró de preguntarme si estaba bien en todo el viaje a casa, debería estar feliz de que no le arrancara la lengua. Pero gracias a él me puedo olvidar de lo mal que la estamos pasando.

- Me iré a bañar y luego llévame de vuelta. – subí rápido las escaleras sin dejarlo contestar.

Sé que estoy siendo mandona con todo, pero por estos momentos, no estoy de lo mejor. Evan recibió un disparo, la gente que lo hizo sigue estando afuera, todos nosotros corremos peligro.

No puedo creer que Evan se metió en una cosa así, ni siquiera tiene el valor de contarnos el porqué de sus acciones. Ugh, será mejor que deje de pensar en eso y me relaje un poco con el baño.

Treinta minutos de baño con agua fresca, es algo que voy a agradecer toda mi vida. Me fui a mi armario para buscar dos outfits, uno para ahora y otro para mañana, me cambiaría en el hospital.

Luego de cambiarme bajé al living rezando para que Connor no se hubiera puesto a jugar en su computadora. Raramente me encontré a Jason y a Connor hablando seriamente. Cuando se dieron cuenta de mi presencia pegaron una vuelta para mirarme con los brazos cruzados.

- ¿Qué pasa? – pregunté mientras bajaba de las escaleras.

- Hemos hablado con Aaron y Evan por teléfono, y entre los cuatro acordamos que sería mejor que hoy... - quedé mirando fijamente a Connor. – Ay no puedo, me da mucho miedo. – le miró a Jason que con su expresión supe que estaba harto del chico.

- Creemos que será mejor que te quedes esta noche en casa, que puedas dormir bien en una cama y no en un sillón del hospital. – carraspee.

- No, Evan me necesita.

- Hablamos con él, está de acuerdo. Evan quiere verte bien y que descanses un poco, Aaron está con él, nada malo le va a pasar. – trató de calmarme Jason.

- ¡¿Entonces por qué está en el hospital en primer lugar, si Aaron lo iba a cuidar?! – me quedé muda después, mierda. Acababa de decir lo que estaba pensando todo este tiempo. Sin más me senté en el último escalón y sin darme cuenta empecé a lagrimear.

- Sé cómo te sientes, hermanita. La impotencia de no poder haber hecho nada por Evan. – se acercó para sentarse al lado mío y consolarme. – Hay veces que me encantaría reponer todo el mal que te cause a ti y a Evan, y con este problema, me siento cada vez más impotente. Déjame ayudarte ahora, y ayudar a tranquilizar a Evan por tu seguridad.

Sin poder hacer nada más, me dormí del cansancio mental que tenía. Luego de eso no sentí más nada, solo aquella pesadilla. Me desperté al siguiente día toda sudada en mi propia cama.

Esa pesadilla fue verlo a Aaron y a Evan morirfrente a mis ojos. Me toqué la cara y tenía lagrimas correr. Tenía más miedo delo que tuve antes en mi vida. 

Viviendo Con Los Bad BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora