Crónicas Guardianas: "La mujer bajo el cerezo" [Eldarya]

Capítulo 16: "Sentimientos a flor de piel"

Blake entró a la sala de cristal, miró a Miiko que murmuraba cosas hacia el cristal y cuando se acercó a ella, logró escuchar algunos de ellos-Si tan solo Mizuki estuviese aquí...-, y al momento de que murmura aquello, aquella kitsune se voltea, y sus ojos se abren por la sorpresa de haber visto quien estaba al frente de ella-¡Blake! No te había visto... Lo lamento...

-No te disculpes, debí haber tocado antes de entrar, pero acabo de llegar a la misión del bosque, no encontré a Nevra para informarle sobre ella-, Suspiró al decir aquello, desvió la mirada al tratar de recordar cuanto tiempo buscó a ese vampiro y cuando finalmente lo hizo, veía como le coqueteaba a una chica para luego ser rechazado, y queriendo evitarle un bochornoso momento de ser descubierto, Blake decidió ir directamente a la sala de cristal, y recordando donde está, añade-, Bueno, con Daisy encontramos la guarida y le dimos el mensaje a uno de sus miembros y se veía bastante interesada en venir...

-Muchas gracias, informa a Nevra sobre lo que descubriste y dile que ya hablaste conmigo, pídele que te enseñe a llenar un informe-, responde Miiko aliviada al escuchar aquella noticia, y se llenaba de orgullo al seguir los consejos que Mizuki le había entregado.

Ella asiente frente aquella orden, y se dirige hacia la salida, y a medida que baja por las escaleras y llega al pasillo central, se encuentra con un serio Ezarel que camina acercándose donde está ella, y suspirando frente a eso, cuando él pasa a su lado, Blake siente como refunfuña para sí mismo, y ella volteándose mirándole extrañada por eso, se sorprende al percatarse que no podía reconocer alguna emoción por la parte de él como lo hacía con las demás personas, y se quedó mirándolo fijamente al darse cuenta de ello, y él como si sintiera eso a sus espaldas, se detuvo y exclamó dándose vuelta,

-¿Qué me miras tanto? ¿Te enamoraste de mi acaso?-, se volteó preguntándole con una sonrisa pícara, se acercó a ella y añadió tocándole su mentón con su dedo índice-Si lo hiciste, te comento que pierdes el tiempo, no estoy interesado en una inútil como tu...

Blake al escuchar eso, lo miró molesta, y aguantando las ganas de golpearle le añade-¿Y quién dijo que me enamoré de ti?

-Pues mírame, soy un Adonis, cualquiera se enamoraría de este semental-, comentó Ezarel confiado por aquello, buscando mosquear aún más a Blake con ello

-¿En serio? Esas personas son unas ciegas, porque yo solo veo un duende engreído al frente mío...-, añadió Blake fingiendo desilusión, y al ver la cara de enfado de aquel elfo, añade con soltura-, Además hay chicos bastante más guapos que tu... Como Keroshane, Nevra, Valkyon e incluso Lance, por ejemplo...

Al escuchar aquello, Ezarel frunció la boca para luego refunfuñar en su lugar, no sabía que responderle tras aquel ataque de aquella muchacha y tras unos minutos, suspira molesto y añade con un tono casi inaudible-Mejor que no pienses en mi de esa manera, yo no merezco ser amado...-, y al decir aquello se alejó de ella sin mirar atrás, y por ese breve minuto, Blake pudo percibir una tristeza que emanaba dentro del corazón de aquel elfo y sintiéndose culpable por ello, frunce el ceño, y buscando una manera de animarle, mientras percibe que él entraba en una habitación y en ese instante, recuerda aquella vez que le conoció y maldecía por su miel rota, y con esa determinación, caminó hacia el mercado del CG.

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••• « En la herrería » •••

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Valkyon estaba forjando un escudo que Leiftan le había pedido, últimamente aquel loraliet le pedía un arma distinta cada día y por eso mismo, le pedía a aquel joven tanuki que le trajera del mercado ciertos materiales y por ello, le daba cierta cantidad de monedas diarias, en cambio, su concentración se veía mermada al tener a Lance a su lado que le molestaba por cada error que cometía y de este modo, el jefe de obsidiana suspiraba retomando las características que Leiftan le había pedido. Finalmente cuando había terminado los últimos retoques, ve a Lance saltar hacia un poste a esconderse, al mismo tiempo que una muchacha de corta cabellera entraba a la herrería para ver recoger una de sus armas