En aquel prado se encontraba aquella muchacha de cabellera rojiza oscura, mantenía sus ojos cerrados como si disfrutara los rayos del sol, tenía una belleza peculiar, de la cual Samuel no podía negar, sería un ciego si no lo admitiría, pero no podía evitar sentirse perdido, las esperanzas de estar con Blake se volvían ya casi nulas, pero aún no perdía la fe...
-¿Qué sucede? ¿Admiras mi belleza o estás absorto en tu propia lástima?-, responde aquella muchacha de cristalina mirada, que era tan intimidante como su curvilínea figura.
-No... es solo que no entiendo a que me trajiste aquí...-, respondió Sam, mirando aquellos árboles extraños con gotas como si fuesen unas lámparas, era muy bello, y viendo como ella sonreía añade
-Estamos en los árboles de los recuerdos... te permiten desahogarte y estar en paz... o simplemente poner en orden tus pensamientos... saber lo que es importante o no... pero...-, respondió ella tomando una de esas ampolletas-Debes tener cuidado... si no eres cuidadoso... tus más vergonzosos recuerdos pueden quedar aquí atrapados...
Samuel se sonrojó al escuchar aquello, ¿eso era verdad? Aquella muchacha miraba con atención aquello, y Sam viendo como aquella gota se tornaba de un color rojizo, aguantó la respiración expectante, y ella viendo aquello, empezó a reír
-¿Qué es tan chistoso, Aloy?-, preguntó aquel muchacho, quien se rascaba la cabeza confundido
-Es que no pensé que eras tan inocente... caíste en esa broma... pero descuida... que no es un árbol del recuerdo, están prohibidos en Eel, esto son árboles que te pueden ayudar a entrenar tus poderes-, exclama ella soltando aquella gota, haciendo que todo el árbol tomara un color rojizo-Soy un hada salamander, por ende, el fuego es mi poder central... lo que puedes ver ahí... quizás si tu tocas estas gotas... podrás ver tu poder central y ayudarme a saber qué eres realmente...
Pero antes de que Sam pudiese hacer algo, un extraño dolor de cabeza lo envolvió, sintiendo una extraña brisa marina miró a Aloy que le miraba extrañada
-¿Qué me sucede?-, exclamó él, y ella viendo como aquellos cristales chocaban los unos con los otros, emitiendo una extraña imagen de alguien acercándose a Eel, toma a Sam de la mano
-Dime... ¿Qué es lo que sientes?-, él alzó la mirada, y vio como aquella mujer lo miraba preocupada, aquella hada tenía un presentimiento y no sabía que sentir respecto a ello
-Como si alguien hubiese revivido... y está en la playa... acercándose... Aloy... ¿Qué mierda soy?-, ella frunció la boca, tomándolo de la mano dirigiéndose hacia el arrecife, había una sola manera de saber que era él, y era acercándolo hacia donde su instinto le decía.
Finalmente cuando habían llegado a la puerta del CG, Samuel se arrodilló al suelo gritando un nombre que él no debería conocer, de una persona que había fallecido, y aquella muchacha, abriendo la puerta, palidece al ver quien estaba frente a ella... no podía ser cierto, esa mirada azulada, aquel largo cabello del mismo color de sus ojos que una vez tuvo, y Sam gritando su nombre haciendo que una onda expansiva llegara al más allá...
-¿Disculpen... ustedes me conocen?-, todos aquellos estaban sorprendidos al verla ahí, sana y salva... al momento que habló, Samuel pareció desmayarse del dolor, y aquella ninfa viendo aquello, se arrodilló
-Ya veo... una banshee masculina dijo mi nombre... ¿Eso quiere decir que acabo de revivir?-, mencionó aquella mujer con una triste mirada, tomando a aquel hombre en sus brazos llevándolo al cuartel, Aloy miró aquello con asombro, era Daisy... pero algo extraño había en ella... era como si fuese otra persona, como si no la conociera... entonces... ¿Qué pasará cuando vea a Lance? Y viendo como ella voltea a mirarle, da un respingo cuando ve que arquea una ceja-¿Sabes dónde está la enfermería?
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Crónicas Guardianas: "La mujer bajo el cerezo" [Eldarya]
FanfictionPrimer libro de Crónicas Guardianas. Sinposis: "No pido que me perdones, ni que me comprendas, pero no puedo quedarme por más tiempo en este lugar... Te ruego que me olvides, pero protege nuestro tesoro y dale el amor que yo nunca pude entregar" M. ...