Crónicas Guardianas: "La mujer bajo el cerezo" [Eldarya]

Capítulo 31: "Recuerdos dolorosos"

»Éramos unos pequeños, solo unos pequeños niños que recién veían la luz del sol, algunos recién saliendo del cascarón y otros, como yo y Marid, podíamos ser conscientes de lo que realmente estaba sucediendo, pero La familia Høgh y la familia Fiore, fueron más desconfiados que mis padres y los demás. Entregaron a sus criaturas a unos elfos grises de confianza, para que crecieran protegidos en el bosque cercano a Alfheim.«

»Amina Williams, una antigua Zana, miraba aquel intercambio con una sonrisa, y yo empuñando mi mano fui encomendada de cuidar a los otros niños que no tuvieron la misma suerte que ellos. Marid estaba inquieto, y Amina comentó vagamente que no hicieran caso a los humanos, que no era necesario hacer sacrificio alguno.«

»Pero la ignoraron, y ordenaron seguir con el plan, y así fue como cada cría de la nobleza entraron en el barco llorando por no poder estar con sus padres, los pequeños dragones azules, dorados, plateados... toda sub-especie de dragón que te puedes imaginar, encerrados ahí en un viaje que durarían siglos hasta verificar que estuviésemos a salvo«

»Así fue hasta que nuestro barco chocó con algo, pude ver en Marid una sonrisa macabra y ahí fue que entendí, él nos había traicionado, nos había vendido al romper aquella cláusula que Amina nos había impuesto. Aquellos infantes me miraban con terror, eran unos niños, todos no habían desarrollado sus poderes, y ahí fue que al voltearme para buscar ayuda en aquel dragón verde, se había esfumado«

»Estaba sola frente a todos aquellos seres que entraban donde estábamos, todos con una máscara que le cubría el rostro, unos parches, eran piratas y mis instintos habían despertado-Unos niños, ese hombre nos vendió unos niños.... ¿De qué nos sirven...? Aaaaaaaar! Pero hay una bella muchacha... nos pagarán muy bien por ella-, exclamaron esos seres repugnantes, y ahí fue que sentí detrás de ellos un gran hombre que poseía una barba larga y grisácea, sus pelos negros y ojos penetrantes«

»-¿Cuál es tu nombre muchacha? ¿Como se llamará la futura esposa del Capitán?

»-Pero, Capitán...-, él alzó la mano hacia aquel secuaz, y él callándose al instante, vio como los ojos cobrizos brillaban bajo la luz de la luna que se traspasaba por la puerta hacia la superficie«

»-Niños, ¿Recuerdan la historia donde unos piratas se encontraron con un dragón?-, ellos asintieron dándose cuenta lo que ella iba a hacer-Cuando me transforme, corran hacia el barco de ellos sin mirar atrás, ¿me escuchan?«

»Pude ver como esos niños me asentían con entusiasmo, y también vi a aquellos piratas mirarme con horror lo que estaba frente a ellos, exclamé-Soy Irene McKlein, la dragona de los 7 mares-, y ahí fue que mi fama nació, acabando la vida de esos piratas y salvando la vida de esos pequeños, y cuando llegué a aquel barco, ellos estaban en la proa mirándome con la esperanza de vivir en un mundo mejor, pero las aguas fueron caprichosas y el destino nos hizo naufragar, y así estuve vagando por años buscando a esas criaturas que habían desaparecido, y hasta el día de hoy, te encontré a ti, con noticias de alguien que creí que tuvieron mejor suerte que nosotros...«

Lance miraba a Zayda sorprendido mientras volaban por los aires, su vida le era desconocida, pero entendía ahora el dolor que ella sentía, pero ¿Qué habría pasado después de eso? Y viendo ella como miraba la cueva donde estaban sus padres, empezó a descender sin preocuparse que transeúntes la viesen-¿No deberías ser mas cuidadosa?

-Lo he sido toda mi vida, ahora no me importa que sepan lo que realmente soy, seré temida y eso me agrada-, alzó los hombros entrando en aquella cueva, tenía la misma cláusula que la de la cueva donde estaba Kiya, y eso le preocupaba, sin embargo, al estar en las profundidades, no pudo seguir y eso le alivio, era la cláusula que Lorien había puesto en Noruega-¿Me das permiso?