Capítulo 34: "Libertad recuperada"

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Estaba aquel byakko caminando por Eel, miraba a su alrededor, su mirada dorada caía sobre las manzanas verdes, recordando la sonrisa de aquella kitsune, quien poseía un rostro tan bello como siempre había soñado tener a su lado, sin embargo, era muy pronto para decir que le gustaba esa chica, si bien su raza se caracteriza por enamorarse rápido, el amor profundo de ello, venía después, puesto que como uno se enamora, se puede desenamorar, y eso él no quería, quería amar a otro con todo su ser, y ser correspondido, y no se iba a arriesgar a caer en una ilusión, no quería causarle a una mujer lo mismo que había sucedido con su madre, por lo que, mirando al cielo, negaba tomar el rol de su padre, y si alguna vez le ofrecían ese cargo, a pesar del honor de ello, lo rechazaría, él quería ser feliz, y no como su padre, que los dejó solos por cumplir el honor de su raza, por ese estúpido orgullo, pero gracias a ello, ahora él conocía a quien amaba como su propia madre, a Irene, pero como todos conocían, a Zayda.

Movía su cola atigrada, entregando unas monedas de oro a aquel purreko que le veía con cierto temor, le entregaba la bolsa lleno de aquella fruta terrestre, y con una reverencia, ve como Jun se alejaba hacia el cuartel, y sintiendo estremecer su espalda, ve como unos lobos corren a su lado, y aquel felino refunfuña a ellos-¡Tengan cuidado, mocosos!

-Lo siento...-, aquellos rubios gemelos miraron con temor a aquel felino, dieron una reverencia y miraron con preocupación hacia el refugio como dos muchachas caminaban conversando, una pelinaranja y otra pelinegra, ambos no entendían por qué la estaban siguiendo, pero si algo estaba en lo cierto, aquella necesidad de estar cerca de ellas, era esencial en esos momentos, debido al peligro que olían en el ambiente.

Dieron un respingo cuando vieron a Lydia tomar el brazo de Amy que la miraba con extrañeza-¿Van a estar siguiéndonos como unos acosadores?-, la pelinaranja volteó la mirada asombrada viendo a Brooke junto a Rollo, y ellos rascándose la cabeza, provocando que aquella vampiresa sonriera, haciendo que Rollo se sonrojara, caminaron a su lado

-¿Cómo supiste que la estábamos siguiendo?-, preguntó Rollo avergonzado, desviando su mirada y frente a eso, Lydia se acerca a él colocando su brazo en su hombro y le responde

-Mi padre es Vlad Drăculea, o como ustedes le conocen como "Conde Drácula", por lo que, estoy entrenada para captar presencias a mis espadas y además, no son nada discretos-, señala ella tomando el brazo de quien estaba a su lado-Íbamos a un picnic en el arrecife, si gustan, pueden ir con nosotras... ¿no te molesta, cierto Amy?

-No, para nada, mientras más, mejor-, responde ella con una sonrisa viendo a Brooke quien desviaba la mirada avergonzado, él se rascó la cabeza colocándose al lado de aquella muchacha, y de esa forma, se alejaron por el sendero de Eel, siendo seguidos por una vampiresa de cabello azabache con tinte rosado en su otra mitad, suspirando al ver que no fue descubierta

-Así que hija del Conde Drácula... me pregunto... ¿Qué hace aquí siendo su padre aquel tan poderoso ser?-, murmura para si misma, y cuando estaba dispuesta a seguir el camino, es retenida por una mano, voltea su mirada con enfado-¡¿Quién te crees que eres?!

-Tu hermano...-, la mirada fría de Nevra recaía en aquella que estaba frente a él, y aquella muchacha, sintió un frío recorrer su espalda-¿Quién te dio permiso de abandonar tu misión?

-Pero Alajea...

-Alajea es de absenta y no tiene porque hacer tus misiones, ¡ahora ve a la biblioteca a hacer un ensayo de responsabilidad y su importancia en un campo de batalla!-, y ella bajando sus hombros resignada, siente como su hermano la toma del cuello obligándola ir hacia al interior del cuartel.

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Crónicas Guardianas: "La mujer bajo el cerezo" [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora