16.- 15 Años: 4

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- ¿Estas lista? - pregunto apuntando su espada de madera, yo no tenía una asi que debería esquivar sus ataques

- Eso espero - dije enfocándome en el momento justo posterior, para la pelea

- ¡Ahora! - grito iniciando su ataque con un golpe vertical desde arriba yendo de su lado derecho al izquierdo, que esquive moviéndome rápidamente a mi izquierda, y que ella continuó con un movimiento horizontal que esquive retrocediendo más allá de su alcance

- Creó que esto no es muy funcional - dijo

- ¿A que te refieres? -

- Si me enfrentaré a alguién este seguramente igual estaría armado - dijo bajando su espada

- ¿Que te quejas?, seguramente nosotras tendremos que luchar sin espadas nosotras pues dudo que nos presten alguna -

- Podemos ahorrar para comprarnos unas simples, además tal vez puedan darnos algunas como pago adelantado -

- Te confias demasiado Jenny, dudo mucho que aquello pase - ella negó con una suave risa

- Vamos por algunos palos para que practiquemos ambas - y corrimos dentro para buscar algún palo largo que pudiésemos usar como espadas, asi además no nos arriesgábamos a romper su espada de madera, por no saber usarla

Practicamos ambas en duelos cortos, que al inicio yo ganaba la mayoría, pues podía sentir todos los movimientos que ella haría, pero eso nos permitía mejorar, pues ella tenía que volverse más ágil para poder superar esa ventaja mía, y yo debía pensar más rápido para idear formas de vencer los movimientos que ella intentaba, de este modo entrenaríamos día tras día y semana tras semana

Cada uno de los 8 días de la semana nos reuníamos a practicar, teníamos que demostrar de lo que éramos capaces

Pero más importante aun era poder ir

- Pero madre, a Jenny la dejarán ir - me quejé, cuándo mi madre dijo que no firmaría mi autorización para postularme como menor

- Eso no me interesa Leila - me respondió - Tu no te vas a ir a desperdiciar 2 años de tu vida a quién sabe donde con esa gente -

- Pero madre - nada de peros - Es peligroso y no pienso dejar que mi única hija vaya allá, es un tiempo muy largo para que sea seguro que estes con tantos hombres tan mayores a ti - me dijo

- Madre yo se defenderm... -

- Fue mi última palabra Leila, todavía eres menor de edad y si yo digo que no iras, es porque no vas a ir - cerró la conversación volteándose a continuar cocinando

Lamentablemente era más terca que cualquiera y a menos que consiguiera documentos falsos para declarar, una edad diferente a la mía, no me sería posible abandonar el puerto de la ciudad sin su firma, salí molesta al patio de la casa, que por suerte no era visible desde la cocina, di una fuerte patada al suelo molesta, tenía que ir, no sabía si algún día volvería a tener una oportunidad asi, tenía que encontrar una forma de convencerla

Me tiré entre la hierba he intente enfocarme para crear algo de viento, pero en lugar de que desde mi mano saliera un suave brisa de aire salió una potente llamarada me asusté y retrocedi, por suerte no había llegado a la cerva que separaba nuestra casa, pero buena parte de la hierba en la dirección en que apunté estaban chamuscada y un poco de ella directamente encendida, rápidamente corrí por algo de agua adentro de casa y ni siquiera le contesté a mi madre cuándo preguntó que hacía

No era la primera vez que yo lograba producir fuego, pero a diferencia que la vez anterior, ahora entendía mejor como lo había hecho, tal vez si podía replicar ese poder, le demostraría a mi madre que no necesito protección, aunque claro, incluso hasta ahora ella no a creído en mis dones, asi que debería mostrárselo de una manera directa

Magia RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora