43.- La Batalla de la Magia 2da Parte

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Mario Loiyer

—No esta nada mal jóvenes, que lástima que no es suficiente —menciono aquel hombre cuyo rostro era cubierto por una máscara metálica, que simulaba el rostro de un hombre serio mientras se levantaba—. Ambos niños ya son de mi propiedad.

—Nadie es propiedad de otros —respondí sacando mi espada—. Y mucho menos si yo tengo algo que decir al respecto.

—Sali canayi ji —añadió Leila.

—Ustedes dos son demasiado jóvenes para entender la magnificencia del don que les fue concedido, dos semillas que se echaron a perder, debería estar orgullosos de ellos, serán parte de una nueva generación de dioses, más poderosos que los de cualquier mitología Likana —mencionó mientras yo iniciaba a enfocarme—. Bien, ¡si eso quieren! —grito y 2 gigantes llamaradas salieron disparadas hacia nosotros pero las esquivamos sin mucho esfuerzo.

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Leila Nilli

Era muy fuerte, pues las llamas alcanzaron más de 9 metros desde él, pero nadie podría detenernos, teníamos que salvarlos. Corrí hacia él con mi espada desvainada, pero no le costó nada esquivarme y luego usó una descarga magnética para alejarme de él.

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Jessy

El carruaje donde estábamos fue derivado, y caímos ambos, me tomó un rato largo levantarme de nuevo.

—¿Qué fue eso? —pregunté al aire.

—Vinieron por nosotros —dijo de repente—. Los estoy viendo allá —dijo señalando hacia una de las paredes.

—¿De qué hablas? —de repente agitó su rostro.

—Una visión —eso me emocionó y mire igual en esa dirección, a lo mejor yo también lograba activarla por un momento—. Ojalá pudiera mantener mi visión más tiempo —se quejó.

En ese momento mientras me concentraba pude ver afuera, era raro, Mario y Leila estaban peleando contra él, pero se veían lentos como si algo los bloqueará, entonces me enfoque en él que nos había metido aqui, era difícil distinguir su forma, creando una especie de nube difusa alrededor de él, me era imposible.

—¿Te diste cuenta?

—¿De que cosa hermana?

—El no es visible —expliqué—. Pude notar distinguir el aspecto de varias personas ahí, no muy claro pero se notan sus figuras, pero no de él.

—Tienes razón, ahora que lo pienso, cuándo intente ver lo que haría en mi visión todo a su alrededor era muy difuso.

—¿Por eso no pudiste saber que haría? —el asintió.

—¿Y porque no lo mencionaste antes? —pregunte nuevamente—. Hubiera sido más cuidadosa.

—Pensé que solo era que mi enfoque estaba mal, ya sabes lo que dijo Mario, nuestra visión no siempre es precisa.

—Eso no cambia nada, debiste decirlo en lugar de solo asentir.

—Tu también pudiste haberlo visto —dijo con tono molesto.

—Hay ya cállate, necesitamos saber porque no podemos verlo, tal vez sea otro poder de la Nada que no conocemos.

—¿Crees que Leila y Mario puedan?

—No lo se, pero si no lo ven estarán en peligro, pues algo me dice que el si puede.

—Confiemos en que lo detendrán.

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