21.- Pruebas: 1

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—Recuerdalo Leila, que pases la prueba no significa que vayas a ir —me repitió mi madre por infinitesima vez.

—Ya lo se debo demostrar que puedo defenderme sin que él muestre tener ni la menor oportunidad —repetí el pacto al que habíamos llegado—. Estaré bien —sonreí aunque ya estaba aburrida de su negativa constante.

Los primeros 2 candidatos se prepararon contra aquellos hombres armados que llevaban como protección adicional una cota de malla, él objetivo era simple derribarlos o desarmarlos en un duelo corto, aunque soportarles el combate se consideraba suficiente para pasar esta prueba.

—Se ven muy buenos —dijo Jenny que observaba el duelo a mi lado, esos 2 primeros candidatos debían tener unos 20 años, eran muy buenos aun asi uno de ellos fue desarmado, tragué saliva asustada.

—¡¿Quién será el siguiente?! —grito el gerrero que ahora estaba libre.

—¡Yo! —respondió Jenny tomando la espada del retador caído, se suponía que esperaría a que estuvieran cansados para tener una mejor oportunidad y se mete de segunda.

—Buena suerte —le susurre cuándo de repente el otro hizo el mismo llamado, no quería pensar demasiado antes de pelear así que levanté mi mano y caminé cerca de él.

—¿No estás muy joven para esto niña? —pregunto burlándose mientras el otro retador me entregaba la espada

—Incluso hace 3 años hubiera tenido lo necesario para vencerte —expliqué, para luego agitar la espada de lado a lado para acostumbrarme a su peso y tamaño.

—Entonces cuándo tu lo desees —habló poniéndose en posición de ataque.

—Inicia tu —le sonreí, y el atacó con rapidez encima mío, me aparté y rote para atacarlo pero el bloqueó mi ataque.

Iniciamos un rápido duelo con estocadas laterales, mientras el poco a poco me hacia retroceder.

—Tienes buenos reflejos y eres rápida, pero te falta mucha técnica para ganarme —explicó sin esfuerzo a pesar de estar atacando rápidamente.

—Creó que... tal vez... —inicie a decir de manera entre cortada, debido al esfuerzo que hacía—. Pueda mejorar... mi técnica dirante... el viaje —respondí intentando no desconcentrarme del recorrido que su espada tomaría.

—¿Y como esperás vivir lo suficiente?, si ya te estoy derrotado y apenas estoy en mi calentamiento —se burló—. Te enfrentarás a quiénes estén dispuestos a luchar a muerte si nos consideran peligrosos.

—Bien, yo esperaba darte algo de ventaja inicial para que no quedes en ridículo, pero si no quieres mi piedad, con gusto venceré —le dije, potencie un poco más mi visión para ver más de sus movimientos cuándo supe lo que haría cerré mis ojos y retrocedí de manera brusca y alineé mis manos contra él—. Fue divertido —añadí antes de liberar mi polarización.

Con un collar podía no ser mucho, pero el tenía una armadura metálica y una espada, de modo que al activar la magia del exilio magnético, el estaba con muchos puntos de los que mi poder se podía aprovechar, el no se lo esperaba y lo arrojé 3 metros haciendo que cayera al suelo, el soltó su espada, yo estabilice mi poder de imán para detenerla y que no lastimara a nadie, esta cayó en el suelo a solo unos centímetros de Jenny, que parecía tener problemas con su oponente, miré al mio.

—Y eso fue un golpe leve —me burle levantándome al haber mostrado mi superioridad en un solo movimiento, algunos vinieron ayudarlo pero el se levantó solo.

Mi madre me observaba sorprendida, tal vez, solo tal vez, había ganado su aprobación, pero de pronto mi visión vio a alguién que se retiraba llorando, volteé a ver a Jenny y esta fue desarmada—¡Siguiente! —gritaron ambos a la vez.

—Felicidades niña, pasaste la prueba —me dijo uno de los encargados mientras me daba el pase para la siguiente prueba, lo tomé y luego fui corriendo atrás de Jenny que lloraba en las escaleras.

—Felicidades —me dijo cuándo me acerqué a ella.

—Jenny yo...

—Ni siquiera te atrevas a decir que no irás, quiero que me traigas recuerdos de todos los lugares que vean —me dijo limpiando sus lágrimas antes de verme a los ojos—. Ya iremos juntas la próxima vez.

—Practica un poco más, seguro serás mejor que yo cuándo vuelva —le sonreí—. Aunque es seguro de que eres mejor de lo que yo sería sin mi visión —añadí antes de abrazarla.

—Supongo que ganaste —oí la voz de mi madre, volteé mi rostro, sin dejar de abrazar a Jenny—. Puedes ir, pero si te sucede algo estarás castigada de por vida.

Magia RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora