Magia Real

3.- Leila Nilli: 3

—¿Por qué actúas te así? —me pregunto sentándose a mi lado

—Tengo un mal presentimiento de él.

—Seguro solo es por la impresión que te dio enterarte, es buen chico, sus notas no son perfectas pero son buenas y hasta ahora no a tenido novia —explicó —Y hoy irá a mi casa a presentarse con mis padres, ¿cuántos chicos hacen eso hoy en día? —dijo recalcando la rareza de que eso pasara

—Por eso es que me parece raro.

—Claro, si fuera Jik el que se hubiera declarado a ti, yo no tendría opción a quejarme.

—Es tan probable que eso pase, como que mis visiones me permitan pasar un examen para el que no haya estudiado, ahora silencio que ya viene el profesor —tal y como dije entró el profesor unos segundos después

O si, si me gusta Jik, pero él nunca se fijará en mi, o al menos no veo ninguna señal de que eso vaya, de pronto inicié a sentir un olor extraño, era parte de mis visiones, pero parecía lejano, me puse a mirar a varios lado intentando descifrar que pasaba, entonces mire una de las ventanas que daban afuera del colegio había un restaurante pequeño ahí y lo vi arder en llamas

Me levante al instante —Señorita Nilli podría hacerme el favor de prestar atención a la clase —pidió el profesor, voltee a mirarlo —Leila ¿qué pasa? —no me daría permiso para salir, entonces corrí, abrí la puerta y salí lo más rápido que yo podía.

Mis oídos escucharon un explosión qué vibró en ellos, use mis ojos para saber como esquivar a dos profesores y apenas logré quitarle las llaves al conserje para salirme. Me persiguió pero entonces mi visión se volvió real, una fuerte explosión se escuchó proveniente del local y los cristales salieron expulsados en pedazos, el fuego inició a consumir el lugar mientras la gente huía, sentía que debía entrar pero no podía hacerlo por la puerta.

Las ventanas estaban destruidas, pero al mirar una, pude notar que una brisa iba a ir hacia adentro. Mi oportunidad, corrí, oí más gritos diciéndome que no lo hiciera. Cruce mis dedos para lograrlo, pues yo nunca había sido hábil en gimnasia, salté y en efecto alcancé a cruzarla pero raspando los cristales de la ventana, el dolor fue muy amplió y la caída no fue buena. Al levantarme vi la sangre en mis brazos y mi blusa que estaba desgarrada.

Miré adelante, a donde era la cocina. Entonces mi visión cambió, no estaba viendo el futuro, vi todo retroceder duro solo instantes, antes de volver a lo normal. Fue difícil pero me levante, con dificultad me moví entre las sillas y mesas tiradas que ardían, hasta atrás de la zona de atención, por suerte no había ninguna barrera que lo separará.

Ahí estaba una mujer tirada en el suelo, su espalda estaba desnuda y negra por la quemadura, pero al acercar mi mano a ella me di cuenta que estaba viva todavía. No sabría explicar como, pero sentía que su cuerpo seguía funcionando, la jale con toda mi fuerza arrastrándola por el suelo.

Observé el fuego, sentía su calor, su fuerza, el aire... Eso era se me dificultaba respirar porque el humo reemplazaba al aire, entonces se me ocurrió que la única opción para salir era quitar el aire. No sabía como pero inicié a concentrarme en alejarlo de mi, inhale con fuerza y continúe caminando intentando aguantar la respiración, todos me dirían infantil por creer que eso funcionaria, pero no sabía como salir. Solo un milagro me permitiría llegar a la puerta, caminé con dificultad pues arrastrarla era difícil. Conforme caminaba sentía que el fuego a mi alrededor en serio se apartaba. Pero no fue suficiente, me debilitaba finalmente no soporte más sin aire y caí al suelo, lo último que sentí fue que las llamas volvían hacia mi.