Magia Real

20.- Competencia de Saltos

¿Qué esperarían que un grupo de jóvenes recién graduados hagan?, por supuesto que la respuesta es obvia, irnos todos al primer lugar que se nos ocurra, a hacer lo primero que se nos ocurra.

Asi que en esta ocasión fue, ir a un acantilado muy cercano a nuestra ciudad, a realizar clavados, al principio nadie tenía ánimo de hacerlo, pero cuándo Maxwell salto con éxito todos iniciaron a hacer fila para intentarlo.

—¡Vamos todos, no sean cobardes! —gritó Maxwel desde el agua abajo del acantilado, varios se prepararon para saltar también, me acerque al borde manteniéndome algo apartada del lugar desde donde saltaban y observé hacia abajo, observe que justo al lado del acantilado algunas rocas sobresalían del agua, mire hacia el pasado notando como él saltó y en que dirección lo hizo para poder apartarse lo suficiente de ellas.

—¡Al agua! —alguien grito a mi lado, casi caigo por el susto, voltee a verlo, Nexer, en mi opinión, el típico chico con sobre confianza y ningún tipo de preocupación por su propia vida, su salto fue distinto al de Maxwel.

Pero mientras lo observaba, mi visión me mostró otra esencia que realizaría el salto, pero a diferencia de Maxwel y de Nexer parecía que algo salió mal en su salto, no iba con velocidad suficiente tal vez, vi como impactaría contra las rocas, por suerte estaba muy lejos para ver exactamente lo que paso, pero se golpeó de cara, parecía la esencia de una chica, una chica como...

—¡Jenny! —voltee deprisa y ella se preparaba para saltar, inició a correr, yo no podía dejar que mi visión se volviera real, en un rápido impulso me levanté y corrí hacia ella derribándola justo a tiempo, aunque me torcí el tobillo en el proceso.

Ella me empujó enojada y empezó a gritarme algo, pero mi mente no fue capaz de centrarse en sus palabras, pues vi como Sheila nos miraba burlándose de nosotras mientras corría como la siguiente a saltar, entonces, justo en el momento que llegaba al borde del acantilado tropezó con una piedra y cayó, oí su grito de terror, mientras todos corrían al borde del acantilado, al darse cuenta de que algo había salido mal, Jenny miro cubriéndose la boca al darse cuenta de lo que yo había visto.

—Creí que eras tu la que vi, pero era ella y por mi culpa... —dije conmocionada, me deje caer nuevamente a llorar, por la culpa, había sido mi culpa.

Una horas después 2 médicos trasladaban lo que quedaba de su cuerpo, su cabeza estaba rota y sus brazos tan dislocados que se veían los huesos salidos por la ruptura de sus articulaciones, lo pude ver en mi visión, antes de los médicos nos apartaran para transportarla, por lo que solo yo la pude ver, pues vi algo que no había pasado todavía, como siempre.