Omega abandonado

12

Azotó la puerta de su laboratorio con furia mal contenida haciendo que los vidrios del laboratorio vibraran de una manera muy peligrosa que al Omega no le importó.

De sus labios solo salió "estúpido Rogers" "estúpido alfa" una y otra vez.

Habían completado una misión, habían triunfado y para eso tuvo que salirse del plan y al equipo le tocó improvisar. Pero no habían ganado?. Bueno sí, tal vez fue un poco arriesgado hacerlo todo sin consultarle a nadie primero pero... como había dicho ¿Habían ganado no? Al parecer el capitán no lo aceptaba porque comenzó a regañarlo y eso terminó en discusión. Discusión donde casi incluye repulsores y armaduras y escudos.

Lo que lo tenía enojado, ¡No! fúrico a punto de destruir medio laboratorio era que el gran capitán América había usado su voz alfa con él  ¡Con él! Cuando había prometido que no usaría su voz con ningún Omega del equipo. Y justo y lo usa con él.
Claro, también tenía que admitir que Rogers no tenía toda la culpa, la uso sin querer y él estaba retando a un alfa, bueno, al alfa y pues todo se salió de control. Pero eso no quería decir que tuviera que usar su maldita voz alfa con él.

Maldito Rogers.

Con su ira disminuida al veinte por ciento se concentró en terminar los diseños de su próxima armadura y algunas modificaciones al resto de trajes del grupo.

Tan concentrado estaba que no escuchó a cierta persona indeseada entrar a su santuario, pero sí sintió el potente aroma, ¿Cómo no hacerlo? Rogers era un alfa muy poderoso, donde iba su presencia imponía respeto y admiración. Era un alfa noble con un gran poder en sus manos.

Suspiro frustrado.

-¿Cómo entraste? - la voz del omega salió  fría y nada amable.

- quiero hablar contigo.

- ¡¿Cómo entraste?! - exigió aún sin voltear a verlo.

- Natasha - fue lo único que dijo y Tony entendió.

- dime qué quieres para que tú patriótico trasero se largue de aquí. - el silencio se hizo presente por varios segundos, Tony suspiró y volteó - ¿Y bien capitán?

- quería disculparme... Por lo de hoy.

- perdonado – le dijo y Steve pareció estar aliviado. – ¡ya lárgate! - señaló la puerta, Stevelo miró pareciendo resignado.

- también quería invitarte un café y unas donas para compensarlo ¿Aceptas? - el capitán le dio una débil sonrisa esperando una respuesta que no fuera un rechazo.

Tony se cruzó de brazos.

- no me puede comprar con café y donas capitán.

- ¿pero aceptas?

Tony bajó los brazos y le sonrió.

- está bien, pero, me comprara tres cajas para compensar su error.

- no que no lo compraba señor Stark - el rubio le sonrió burlón y las mejillas de Tony se colorearon de un bonito color rojo.

- parece que usted señor Rogers quiere ganarse mi enojo una vez más.

El Omega movió su cabeza de un lado a otro desorientado, le dolía todo el cuerpo y tenías sus ojos desenfocados. Sentía su piel pegajosa pero tenía frío ¿Que estaba pasando? ¿Porque había soñado eso?

- ¿Tony se encuentra bien? - escuchó a alguien preguntar.

La respiración del omega era muy lenta y preocupante, sus mejillas pintadas de un rojo intenso por causa de la alta fiebre que le había subido repentinamente y el continuo sudor que humedecía su ropa.