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JUEVES.

- ¿Has visto a Harley? – Preguntó Tony apareciendo al frente de Rhodey y Stephen al día siguiente en la cocina.

- No, vi, que se fue bastante temprano. – Mencionó Stephen llevándose una cuchara de cereal a la boca.

- ¿y no lo detuviste?

- ¿tenía que hacerlo? – Tony soltó un bufido ante su respuesta frunciendo el ceño al alfa.

- Lo que sucede es que bueno, ya encontramos a un buen candidato a CEO. Y se supone que hablaríamos con el niño de eso.

- Fue bastante rápido al parecer, no más escuche que estaban hablando de eso ayer.

- Es el tercer hijo de un amigo de la empresa, nos dijo que ya estaba terminando un contrato con algo más y que le complacía ser CEO de industrias Stark.

- Está bien, supongo. – Dijo Stephen. Tony quien estaba tomando su té, arrugó su nariz haciendo que ambas alfas se extrañasen. - ¿estas...

- Chicos, deje mucho tiempo solo a mis niños, Tengo que irme. – Literalmente salió corriendo de la habitación por el lado derecho. Al lado izquierdo entraba un rubio algo sudado quien parecía un poco agitado. Le dio los "buenos días" a ambos alfas para luego dirigirse a la nevera, seguramente buscando algo de agua.

- No puede ser... - Susurró Stephen ante lo evidente que podía ser Tony.


.--.

Tony quien estaba cómodamente sentado leyendo un libro de biofísica, con una de las lámparas del gran salón encendida para que le pudiera iluminar bien, aunque sea un poco. Pasó la siguiente página. Esperaba pacientemente en la silla, esperando a las 10 de la noche a cierto omega rubio quien al parecer se había desaparecido justamente el día que lo necesitaba. Y para rematar estaba llegando bastante tarde. No quería preocuparse, en el fondo sabía que Harley tras bajo toda esa capa de rebeldía era bastante cumplidor. Y que el niño llegara tan tarde de la noche no lo alegraba para nada. Al parecer tenía una charla sobre los excesos del trabajo pendiente. ¡oh la ironía!

Señor, el joven Harley acaba de entrar al complejo.

Efectivamente, un cansado y al parecer ojeroso Harley entró por la puerta, llevaba su maletín cuesta como si no pudiera con ella, y caminaba al ritmo que sus pies podían. Esa escena le resultó inquietantemente familiar.

- ¿Por qué llegas tan tarde? – Dios, realmente no quería escucharse como un padre regañando a su hijo luego de una fiesta alocada a la que llegaba a las dos de la mañana, se supone que eso no le tocara dentro de unos aproximadamente 15 años. – Te estuve buscando hoy temprano, e incluso te he marcado.

- Lo siento, estaba dejando listo un papeleo, Es que ayer el día no me rindió mucho.

- Niño, sé que yo te metí en esto, te llamé por mi paranoia, pero acordamos que jamás te ibas a exceder tus horas laborales. Te ibas a las nueve, regresabas a las cinco a más tardar. Y si regresabas más tarde se supone que venías acompañado de Visión. Que por cierto no sé cómo hiciste para que volviera sin ti.

El ceño de Harley se frunció Tony solo pudo pensar en: "oh no, problemas"-

- He estado volviendo alrededor de estas horas, toda la semana, Algo importante debes tener para que decidieras que era necesario hablar sobre mis horas de trabajo.

Omega abandonadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora