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¿En qué momento el mundo puede precipitarse hacía si mismo en menos de una hora? Tan rápido que nadie puede detenerlo. Bueno, no el mundo entero. Pero si SU mundo; su país, su vida.

Todo inicio esa mañana que el equipo del capitán tuvo que salir temprano por amenaza de terrorista lo cual no era nuevo en hoy en día en Nueva York, con ese grupo atacando a diestra y siniestra. Nueva York ahora era una zona de guerra que los vengadores podían más o menos controlar. Había toques de queda y muchos comercios estaban cerrando por la ola de violencia. El ejército no podía hacer nada contra ellos. A sí que todo se dejaba en manos de los Vengadores.

Todo iba de la manera usual, Los vengadores luchando y su manada estaba en el complejo. Luego surgió la primera bandera roja. Visión recibió una llamada de Peter. Fue una verdadera sorpresa porque no lo habían visto desde hace días. Se escuchaba agitado, pero tal vez estaba haciendo algo de guardia y necesitaba la ayuda del androide. Y así Vision se fue. Debieron prestar un poco más de atención a eso.

La segunda bandera roja fue mientras todos desayunaban en la sala del complejo, donde había una enorme televisión que estaba presentado algunas caricaturas para los gemelos. Era obvio que ellos no entendían nada, pero los colores brillantes los hipnotizaban por algunos momentos. Rhodey, Harley y Strange desayunaban wafles mientras que él comía algo de cereal.

Estaba a un duelo a muerte con Morgan para que esta pudiera tomarse el biberón hasta que tanto el televisor de la sala como el celular de Harley hicieron una extraña estática que duro 30 segundos exactos para luego en medio de estáticas aparecer en vivo y en directo la batalla en Nueva York. Era bastante obvio que se habían apoderado de la señal. Pero aun así la gran conmoción fue ver el gran ejército en el que estaba luchando la manada Rogers, Uno tras otros. Sin detenerse. Desde la vista aérea, toda la ciudad parecía un hormiguero concentrándose en un solo punto.

Los vengadores lo mantenían a raya como podían, pero evidentemente era muy bien superados en número.

La estática volvió a cambiar.

- ¿Te gusta Tony? ¿te gusta como tu alfa arriesga su cuello por su país? ¡Eso debe encantarte! Ver a tu alfa, padre de tus hijos lleno de sangre y sudor. ¿No esta tu omega interior regocijándose? – El alfa de la otra noche, con el que había bailado un vals el mismo día que su amiga Pepper había sido asesinada. Estaba allí, en su pantalla. Logrando una vez más con facilidad interceptar su sistema de seguridad como si nada. Allí estaba, Ezekiel.

- ¡¿ Que mierda quieres!? ¡¿Por qué haces esto?!- Exclamó ya harto de tantos juegos y vueltas. Ya a este punto, era bastante obvio que el joven alfa en la pantalla era el que lo había estado acosando desde hace un muy buen tiempo.

- ¿Qué quiero? A ti, Stark. Ven a buscarme. – Y nuevamente la estática cambió mostrando los dibujos animados que estaban viendo los niños.

Decidido, Tony dejó a una somnolienta Morgan en el suelo rodeado de colchones, cojines y peluches. Y comenzó a teclear su reloj digital, caminando hacía la salida.

- Strange, por favor. Sé que no es tu campo y no debería pedirte esto. ¿pero podrías apoyarlos allá fuera?

Cuando Tony espero una negativa, de manera un poco sorpresiva Strange asintió al instante.

- Uno de los míos esta allá aliado con esas personas. Creo que es el traidor que estábamos buscando. – Sin nada más que decir. El hechicero abrió un portal y desapareció de la sala.

Tony quien ya se acercaba a una de las ventanas fue detenido por Rhodey.

- No tienes que hacer esto. – La mirada era dura y parecía no tener un punto de inflexión. – Es obvio que es una trampa.

Omega abandonadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora