Omega abandonado

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                                 III

12:30 PM.

Un muy aburrido Tony llegó de la cocina del complejo con una caja de galletas de chocolates, de esas que a Pepper le daría un infarto si lo viera comer, pero lo haría de todas formas porque no había nadie en el complejo para satisfacer sus antojos y no tenía ganas de hacer algo elaborado tan tarde.

Se acostó en su cama como últimamente ya le era costumbre, no lo odiaba mucho, pero no le gustaba de todas formas estar allí por mucho tiempo. Se sentía inútil. Pero el embarazo, así de avanzado como estaba le fatigaba mucho moverse. A si que acostarse era mejor que nada, por lo menos pudo ver las series que se dijo un día que vería pero nunca cumplió.

Precisamente ahora estaba viendo una de esas, no sabía porque veía una serie Teen en esos momentos pero no sé quejaba.

Todos se encontraban por hoy ocupados, Pepper había venido un rato a ver cómo estaba, Rhodey tenía pensado volver muy pronto a la fuerza aérea por lo cual estaba en un periodo de volver a llenar documentos, y sí, tampoco estaba. Harley se fue de colado a la fiesta de Peter con la idea de armar un desmadre, el cual él le dio su llave a la bodega de sus licores más fuertes porque si iba a armar un desmadre, tenía que armarlo bien.

Visión, estaba terminando su ronda en la ciudad, de la cual había salido hace poco confiado en que estaba dormido. ¡Ja! Si claro.

Iba a llevar otra galleta a su boca pero las luces del complejo apagándose y luego encendiendo las de emergencia que solo daba un pequeño resplandor naranja, lo asustó.

– F-R-I-D-A-Y – Llamó a la IA pero esta no respondió. – cariño si esta es una broma quiero que te detengas. – extrañamente la IA no se hizo presente – ¿FRIDAY?

Encendió su celular para poder ponerse en contacto con la IA directamente desde allí, pero sorprendido se dio cuenta que su teléfono estaba desconectado en todos los sentidos de la palabra.

Algo asustado se puso una bata y bajó hasta la sala del lugar. Todo estaba semiosucuro, a duras penas y podía ver sus pies... Si es que podía verlos.

La gran ventana que daba a los inmensos terrenos del complejo dejaba entrar un poco la luz de la luna. Por lo menos a si no se tropezaba.

– ¿VIS? ¿eres tú? Si eres tú quiero decirte que no es nada gracioso. Harás que me dé un infarto y eso es malo para mí y los bebés, ¿Podrías vivir con eso en tu conciencia?

– Yo creo que puedo vivir con eso Tony Stark.

El cuerpo entero de Tony se erizo por completo al escuchar una voz desconocida en su amplio, vacío y oscuro complejo.
habían entrado, habían podido pasar uno de los mejores sistema de seguridad de la historia y a su eficaz y peligrosa IA.

Y no solo eso, fue un día donde nadie estaba en el complejo, absolutamente nadie. Ni Rhodey, ni Pepper, Ni Vision, Strange, Harley, el chico.

Estaba sólo.

Tomó aire para no hiperventilar.

– ¿Quien eres? – preguntó a la nada, porque no sabía de donde vino la voz.

– Alguien que te conoce Tony. Pero tú tal vez  olvidaste.

– Extraño, porque no suelo olvidar personas, o cosas – bueno la gran mayoría de veces. – ¿Estamos jugando a caso a las escondidas? ¿Porque no sales? Yo cuento hasta tres y me dices que es lo que quieres para que te largues.

Dijo Tony, a pesar de que su ritmo cardíaco estaba acelerado e iba en aumento.

– Muchas preguntas, Omega. – Tony frunció el ceño al escuchar la forma tan despectiva de decir la palabra. – ¿Que es lo que quiero? Nada por ahora. – el extraño salió de las sombras. – solo quiero saludar.