Omega abandonado

32

- Ha pasado casi un mes

- No es suficiente Stephen.

- No ha habido cambios Rhodey. - El hechicero suspiró cansado de tener la misma conversación de nuevo. Parecía que jamás acabarían con eso. - Entiendo las molestias de agregar a Rogers a la ecuación.

- Entonces no le estarías haciendo esto a Tony.  

- Tony ni siquiera puede pensar más allá de su sufrimiento, y le está constando la vida. - Dijo sintiendo que lo hacia por decima vez en un día

- Aún ...

- Teníamos un trato. Rhodes. - Habló Stephen mirándolo fijamente. - Cúmplelo.

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El rubio alfa, líder de la manada de los vengadores renegados caminó por los pasillos del complejo intentado mantener la calma   en su mente, como en su cuerpo. Le habían citado. La manada de Tony lo citó. La manada con quienes convivían en el mismo complejo pero estos de alguna manera  querían tener cero contacto con la suya. Y entendía el porque.

Llamó a la puerta tres veces y esta fue abierta por el niño araña.

- ¡Capitán! - Dijo emocionado el joven castaño.

- Peter. - Sonrió. La sonrisa del castaño era bastante contagiosa.

Miró adentro de la habitación y encontró el resto de la manada Stark. Los alfas lo miraban sombríamente, especialmente Rhodey; mientras que el androide y el omega lo miraban desde una esquina indiferentes.

- Entonces...

Stephen descruzó sus brazos. - Siéntese señor Rogers. - Steve cumplió la orden y se sintió entrar a la boca del lobo. - Primero antes que nada, queremos decirle que no hacemos esto  por gusto. Lo hacemos por que no tenemos otra opción particularmente.

Steve se removió en su asiento apretando los puños, al escuchar al alfa que ha estado todo este tiempo con Tony, que incluso su omega ya debe de tener su aroma marcado en él y que podía ver todos los días. Más que todo era un sentimiento de su alfa interno y su odio hacia hechicero. 

Pero Steve lo controló y lo obligo a "razonar". Estaba allí por Tony, era su oportunidad para volver a verlo. No podía perderla por una estupidez.

-Te diremos que pasa con Tony e iniciaremos esta noche. Será cada dos días y dudo que te niegues, después de todo. Tu desesperación para acertártele es hasta vergonzosa- Habló Rhodey mirando fijamente al alfa rubio quien agacho un poco la mirada.

- Bien, comencemos.

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Peter juraba que había dado vueltas a todo el complejo. Habían pasado las 4. Esa era la hora común donde toda la manada se reunía para tomar una merienda en la habitación de Tony. Era un acuerdo tácito de la manada y ya una rutina. Pero ya era tarde y Harley no llegó. Viernes tampoco le apeteció decir exactamente donde estaba el joven omega, solo que estaba "afuera".

 Y Afuera no estaba porque ya busco por casi todo el exterior del lugar y no encontró exactamente nada. Suspiró, estaba en el tercer piso, el piso de los vengadores del capitán. Afortunadamente para él, no estaban, porque las cosas con ellos realmente eran cada vez más estresantes.

En el final del pasillo había un balcón donde pudo ver una cabellera rubia, sin pensarlo corrió hasta él.

- ¡Harley! - El omega saltó en su puesto al escuchar la voz de Peter. - ¿Qué haces en la zona de la manada del capitán? - Enojado giró al omega para que lo encarara.