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Sábado

- James, tu nerviosismo me va a poner nervioso a mí. – Dijo Scott a Bucky quien se encontraba a su lado.

- Volveré a la capital luego de semanas de estar lejos de T'challa; y no terminamos muy bien que se diga. – El omega se dejó caer en su asiento desganado.

Scott alzó una ceja ante eso. Eran las 6 de la mañana. Hora wakandiana. Bucky y Scott se dirigían a la tribu dorada para celebrar la última de las fiestas, cosa que inquietaba a Bucky pues de ninguna manera quería ver a T'challa tan pronto.

- Si hubiera sabido que al final terminaríamos aquí, no fuera aceptado hacer el recorrido de las celebraciones.

- ¡lo hiciste! Incluso preguntaste cual era la última tribu. Y aceptaste porque la dorada era la última.

Bucky hizo un puchero, cosa extraña que hizo reír a Scott.

- Pero se veía tan lejos.

- Si, pero quizás ni siquiera este T'challa. Ya sabes él es el rey. Y tiene cosas más importantes que hacer.

- Todos los líderes de las tribus estaban presentes, sin excepción. No creo que T'Challa de un mal ejemplo no haciéndolo.

- Bueno, si tú lo dices.

Un golpe en seco por parte del auto hizo que se detuvieran. Ambos se miraron extrañados y Scott salió del auto para verificar.

- Una rueda se ¿pincho?

- ¿Cómo se puede pinchar una rueda hecha con materiales de vibranium? -preguntó Bucky asomándose.

- ... con otro material de vibranium. Tal vez había alguna piedra de vibranium suelta por allí o que se yo, no sé cómo funciona ese material.

Scott se bajó a revisar el auto, sin embargo, un alarido de dolor salió de su boca al sentir una flecha en su muslo izquierdo. La flecha había clavado bastante profundo. Se hecho al suelo tratando de inútilmente sacarla.

Asustado Bucky se bajó rápidamente y se acercó. Recogió a Scott el cual gritó de nuevo.

- Mierda ¡¿Qué está pasando?!

- No lo sé. ¡Pero no te saques esa cosa!.

- Ya no lo quiero intentar. –

Las manos manchadas de rojo de Bucky, sacaron su propia camiseta quedando en un sencillo suéter. Envolvió la pierna de Scott de la manera más cuidadosa que pudo.

-No lo sueltes. – Le dijo. Y el beta asintió firmemente, su rostro poniéndose pálido.

Bucky iba a pedir ayuda por el reloj que Shuri le había regalado hace meses. Pero tuvo que levantarse al sentir que alguien lo iba a atacar a su espalda. Rápidamente desarmo al extraño.

Sin contemplación le disparo de vuelta, y pudo notar que estaba rodeado, todos ellos Wakandianos.

- ¿Qué mierda? – Susurró consternado. Wakanda no era un país hostil y racista. Sí, había personas que a veces lo insultaban, pero eran muy pocas y nunca prestaba atención a ello. Siempre fueron muy bien recibidos y ver como repentinamente eran atacados por un grupo de Wakandianos le era inaudito.

Pero aun así estaba preparado para atacar, no importaba quien sea.

- Enserio veo porque te mereces el nombre del "perro favorito de Hydra", Barnes

La sorpresa de Bucky era grande al verlo allí.

- Rumlow.

- Veo que aún me reconoces. Soldado del invierno. – El omega frunció aún más el ceño al sentir las feromonas del alfa tratando de aplacarlo y hacerlo caer.

Omega abandonadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora