Verdades universales
Los miércoles se suponía que tendría filosofía luego de química. Solo logré ir a una clase antes de que me internaran y mis estudios quedaran en una pausa indefinida, pero recuerdo muy bien al profesor.
No era un hombre estéticamente excepcional, y tampoco parecía muy simpático, pero había algo que me agradaba de él: hablaba sin tener mucha idea de las cosas, sin asumir verdades o descartar presuntas mentiras; era el docente perfecto para dar la clase. Cada vez que hablaba parecía estar formulando preguntas, incluso cuando afirmaba cosas.
Sin embargo, en la clase introductoria, nos dijo algo que me golpeó.
—¿Qué es lo único irrefutable en la vida, niños? Hablo de aquello que nadie niega, que a diferencia de todo lo demás, es una verdad universal de la que nadie puede dudar.
Nadie respondió, no sabíamos qué era.
—La finitud del ser humano. Todos saben que tarde o temprano, nos llega la hora de partir, ¿a dónde? Eso es discutible, pero de lo único que somos plenamente conscientes y tenemos certeza, es de que la muerte llegará. No hay quien se salve, solo quienes la esquiven o tengan la suerte de no cruzarse en su camino muy temprano.
Es curioso el impacto que un desconocido puede tener en ti con unas cuantas palabras, pero no se compara al gran choque interno del corazón y la mente cuando la oración cobra vida.
Ahora estoy pensando en dónde se supone que iré. Tal vez pueda contestar la pregunta discutible del profesor, pero no la indiscutible.
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Lo que digo para salvarte
Novela JuvenilLos vivos nos aferramos a la esperanza, no lo olvides. Portada por: TylerEvelynRood