La maldición de Margarita (y todas las aventuras que vivió gracias a ella)

Capitulo 11

Sé que hace tiempo que estoy aquí, pero todavía no logro descifrar dónde estoy. Todo está muy oscuro, todo el tiempo hay una bruma que todo ño invade, que todo lo cubre, e incluso creo que se está haciendo parte de mí. Pero no tengo miedo.

Tampoco tengo hambre, ni sed, ni sueño. Todo el día estoy vagando como un fantasma en este mundo sin saber a donde voy, de donde vine, o siquiera quién soy. Pero tampoco me importa saberlo, aunque no sepa a ciencia cierta porqué no me importa. Debería, pero no lo hace.

Junto a mí, siempre hay una voz que me acompaña y me guía en esta enorme negrura. No estoy solo. No estoy triste, tampoco feliz. Solo sé que estoy. Nada más. Pero creo, muy dentro de mí que me estoy perdiendo de algo importante.

Cada vez que intento recordarlo, desaparece de mi mente. Se desvanece como humo. Y mi mente sigue nublada.  A veces le pregunté a esta voz que podía ser eso que no recordaba, pero la voz simplemente evitaba el tema, y hablaba de otra cosa. Al principio no me importó, pero ahora comienzo a sospechar que me oculta algo. No sé qué, porque la voz es buena. Pero, por algún motivo, la voz no me dice la verdad, y cada día se hace un poco más dificil recordar que hay algo que no recuerdo. Tengo miedo de que un día me olvide por completo de eso que me perturba la memoria, y nunca más sea capaz de recordar eso que olvidé. ¿Qué será? Estoy casi seguro que era algo importante. ¿O tal vez alguien?

Y allí está la voz de nuevo. No le gusta que esté demasiado pensativo. No le gusta verme en silencio por mucho tiempo. Prefiere verme reir o solo caminar a su lado. Creo que me quiere y por eso me protege. Pero hay algo más detrás. Ojala pudiera recordar qué es lo que es.

....

Llevo aquí demasiado tiempo. Ya casi no puedo escuchar la voz que me aconpañaba tan alegremente en mi camino. No tengo idea cual era ese camino, pero sí sé que caminaba mucho. Todavía lo hago. Es lo único que hago. Caminar. Estoy aburrido. Le pregunto a la voz si puedo hacer algo más y no me contesta. Creo que ya no tiene más fuerzas. No quiero quedarme solo, pero la voz ya no puede seguir a mi lado. Es una lástima porque ya nos habiamos entendido bastante bien, y había aprendido muchas cosas. Pero cada uno tiene un momento en el que ya no puede continuar, y este es el momento de la voz.

Le digo que la voy a extrañar. Ella no me responde. Le agradezco por todos sus esfuerzos para cuidarme, no sé muy bien de qué. Ella no me responde. Le digo que es hora de que se tome un descanso. Ella no me reponde. Le digo que la quiero. Ella no me responde. Entonces, como un relámpago, atraviesa por mi cabeza la idea de que estaba por olvidar algo. Le pido a la voz que me diga que es eso que olvido. Ella no me responde. Le digo que ya no podrá cuidarme, sino que tendré que ser yo quién se cuide solito. Ella no me responde. Le pregunto porqué no qiiere decirme nada. Ella no me responde. Estoy enojado, y sin pensarlo le pregunto a quién le tiene tanto miedo. Ella me responde solo con una palabra. "Margarita" me dice. Y yo repito como tonto, ¿"Margarita"?

La voz ya no está. Desapareció en la bruma. La voy a extrañar mucho. Realmente no quiero olvidarla, aunque algo me dice que lo haré. No recuerdo ni siquiera su nombre, ni su rostro ni nada. Es muy triste. Pero siempre tendrá un lugar en mi Corazon. El sí que no la olvidará.

De pronto, me pica mucho mi brazo y veo que tengo una herida de color azul brillante. Me pregunto qué es, y luego digo, "¿Será esto Margarita?". Y entonces digo la plabara cerca de la herida y esta brilla con más intensidad. La digo de nuevo, y brilla aún más. Una tercera vez, y la luz ha hecho que la bruma del lugar se retraiga. Ahora, la oscuridad es más profunda, pero no está cubierta de nada. Allí, en medio de la oscuridad, puedo distinguir figuras que pronto se vuelven personas.

Me dicen que no querían despertarme pues la dama que me acompañaba no deseaba que lo hicieran. Cuándo les pregunto el porqué mi corazón comienza a doler. Margarita. ¿Qué es eso que se llama Margarita?