La maldición de Margarita (y todas las aventuras que vivió gracias a ella)

Capítulo 22

Tal y como les prometí, les voy a presentar fragmentos de sus diarios, pero si soy sincero no sé cómo ordenarlos para que al leerlos ustedes comprendan lo que les sucedió. Tal vez si yo les cuento y les leo pedazos de sus diarios... No lo sé. Voy a verlo mientras se los cuento. La verdad es que leer el diario de otro no es muy interesante a no ser que se lea día por día; ahí sí que vale la pena. Pero creo que si les dejo cada uno de los días, en serio se van a aburrir. Hagamos una cosa: yo les voy leyendo lo que cada uno puso cada día, pero aparte. Solo lo escuchan los que quieran saberlo. Y a los demás, les sigo contando la historia como venimos, ¿qué les parece? Yo creo que es lo mejor. Entonces bien, vamos a lo nuestro: el entrenamiento.

Como ya les había contado, Margarita y Mariano tenían sus habilidades al menos diez, así que la primera vez que entrenaron juntos, fue horrible para ambos. Mariano no tenía idea de cómo enfrentar a Margarita o cómo dejar salir sus poderes. Por otro lado que Margarita no podía dejar salir su maldición, ya que generalmente surgía cuando estaba enojada o asustada o en peligro, o cuando tenía un plan claro. Como esta no era ningunas de las situaciones anteriores, ella no sabía qué hacer. Ni siquiera siendo la Margarita confiada.

Entonces, en la tarde, a eso de las cuatro, ambos se miraron cara a cara y se preguntaron "Y ahora, ¿qué?". Entonces apareció Tiem a salvar el día. Les puso a cada uno una bolsa de arpillera en la cabeza: el primero en quitarle la bolsa al oponente, ganaba. No podían usar ni sus manos, ni sus pies; únicamente sus poderes.

En ese primer encuentro, la competitividad de la Margarita Salvador salió a flote y ganó el primer encuentro. Pero como Mariano aún no lograba hacer nada con sus poderes, decidieron intentarlo de nuevo y una vez más, Margarita ganó. De nuevo se enfrentaron y los encuentros continuaron sin que Mariano pudiera usar sus poderes. Finalmente, luego de una larga lucha contra su frustración, Margarita provocó a Mariano diciéndole que le había ganado una Salvador, que encima no había aprendido a matar decentemente y ahí explotó.

Para bien o para mal, Mariano dejó salir sus poderes de una forma un tanto (totalmente) brusca. Ni bien terminó de escuchar esas palabras, toda la energía que guardaba dentro de él llegó a su límite y literalmente explotó. No él, sino que fue como la vez en la que Margarita usó su maldición como onda de sonido expansiva. Algo así, pero digamos de unas diez veces peor, ya que él no controlaba lo que le pasaba como sí lo hizo Margarita, sin mencionar que ella tiene muchísimo menos poder que Mariano.

Como resultado de esta onda expansiva, Margarita fue a unos doscientos metros de Mariano, quien, como efecto rebote, también se había movido del lugar en el que estaba, solo que unos dos o tres metros. Ambos terminaron heridos, pero Margarita, quien apareció luego de unos momentos en la escena de hecho con el labio sangrando, varios raspones y un par de costillas fracturadas, se acercó a Mariano con la mirada desafiante y la sonrisa de quien caza y ha probado sangre.

- ¿También podés hacer eso?

- Eh... no lo sabía... Yo...

- Dejá que te muestre lo que yo puedo hacer – dijo con una sonrisa ya un poco macabra.

Disfrutando de la adrenalina de haber encontrado tan digno oponente, Margarita se rodeó de la maldición y tal y como lo había hecho antes, condensó toda su energía en las marcas.

- Margarita, yo...

Y como si fuese un solo latido, la expansión sónica fue muchísimo más fuerte que la anterior y Mariano voló por los cielos. Por un instante, miró hacia abajo y vio que Margarita lo observaba. Estaba extasiada. Era como una fiera que había sido liberada y era mucho más fuerte de lo que aparentaba. Su parte Salvador era tan salvaje como cualquiera de los de su familia y disfrutaba tanto de pelear como ellos. Entonces, ¿cómo fue que esta chica terminó siendo a la que casi asesinan?