INTERLUDIO

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- ¿Qué crees que haces aquí?

- Vengo a suplantarte, querido hermano.

- Ja, ja, ja. ¿Qué clase de broma es esa? Además, ¿qué te hace pensar que voy a dejarte mi lugar? ¿Te crees mejor que yo?

- Y... Estuviste a punto de revelar tu maldición, asi que no eres precisamente "el mejor". Además, ¿qué esperabas que hiciera? ¿Que dejara que el mundo ardiera a causa de tu irresponsabilidad? Jeh...

- Parece que en serio te crees mejor que yo. Te falta mucho todavía para alcanzarme, así que no te agrandes mucho.

- Al menos yo no moriré por culpa de mi estupidez...

- ...

- Lo siento. Fui demasiado lejos. Quiero cuidarte, pero tú no me dejas. ¿Qué haré cuando ya no estés? Eres un tonto...

- Lo siento, hermana. Pero solo moriré si la persona que nos escucha reconoce cuál es mi maldición, así que no sufras, por favor.

- Aun así eres un tonto.

- Eso no lo puedo negar...

- Quita esa estupida sonrisa de tu rostro. Continuemos, entonces. Ya no nos queda mucho tiempo, y hay bastante para contar. Margarita nos pidió que así fuese.

- Y así lo haremos. No te preocupes.

- ¿Quieres seguir tú?

- No, mejor continúa tú.

- Te pedí que quitaras esa sonrisa burlezca de tu rostro...

- Sabes que te quiero mucho hermanita, ¿no?

- ...

- ...

- ¡Te dije que quitaras esa sonrisa de tu rostro!

La maldición de Margarita (y todas las aventuras que vivió gracias a ella)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora