Capítulo 31

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La fase 1

Luego de que las golpizas necesarias fueran propinadas y que a pesar de todo eso, Margarita continuara contestando de manera insolente y sarcástica a pregunta de Jacif, resolvieron comenzar con la fase 1 del plan de guerra. Esta fase consistía, por una parte, en buscar a la última persona que necesitaban y, por otra, en atraer tanto al actual líder de los Salvador y a su esposa como también al ejército a su mando directo al campo de batalla para comenzar la guerra.

Acordaron, por lo tanto, que Jacif, la líder, sería la encargada de terminar con su tarea e ir a buscar a la última persona. Iría al mar Ciélico, a solo un par de kilómetros al oeste del campo de batalla, a buscar a la última pieza del ejército de los maldecidos: la bruja blanca. Por otro lado, y cómo habían acordado al inicio, Margarita y Mariano atraerían al líder de los Salvador y a la bruja y al ejército. Cómo Margarita le había ganado a Mariano, logró ser ella quien sirviera de carnada para provocar a su hermano, mientras que Mariano se encargaría de confundir y guiar al ejército.

Por ello, permítanme contarles más o menos cómo ocurrieron las cosas. Jacif fue al encuentro de Margarita y Mariano, no porque quisiera, sino por órdenes de Tiem y de Serge, quienes necesitaban ajustar los últimos detalles de su plan para poder evitar inconvenientes inesperados a lo largo de la campaña, cuidando que cada una de las fases se llevara a cabo de manera prolija y ordenada. Aún cuando no sabían de qué manera se concretaría la última fase, Margarita les aseguró que tenía todo bajo control. Cuando le preguntaron qué era eso que ella planeaba hacer, negó con la cabeza.

- No se los diré.

- Pero... - dijo Jacif, herida y muy enojada.

- Es algo que no sé cómo resultará. Por ello, debo intentarlo sin que ustedes sepan. Si el plan llegase a fallar...

- Por eso mismo debemos saber de qué se trata. No puedes escondernos lo que planeas hacer. No tenemos forma de contrarrestar las consecuencias si no nos dices...

- No se los diré. Confío en que puedo lograrlo. Tan solo debo estar tranquila. Y no me lo permites, Jacif.

- ¡¡¡ESTUPIDA!!! ¡¡¡TE ODIO, IMBÉCIL!!! ¡¡¡ESTAMOS JUNTOS EN ESTO!!! ¡¡¡NO PUEDES VENIR A DECIRME QUE RESOLVERÁS EL PROBLEMA SOLA LUEGO DE HABERNOS METIDO A TODOS EN ESTE JUEGO Y ARRASTRADO CON ESTE PLAN HASTA AQUÍ!!!

- Confía en mí. Solo te pido que confíes en mí.

- ¡¡¡PERO LA QUE NO CONFÍA EN NOSOTROS ERES TÚ!!! ¡¡¡¿CÓMO PRETENDES QUE PODAMOS CONFIAR EN TI SI TÚ MISMA NO CONFÍAS EN MÍ?!!!

- Jacif. Te utilizaré como carnada, haré que desates tus poderes de lobezna y hada y los mates a todos hasta que tú misma mueras por la emoción del momento y tus dos naturalezas colapsen. Ese es mi plan. ¿En verdad querías escuchar eso?

- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡TÚUUUUUUUUU!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¿QUIÉN TE CREES QUE ERES?!!!!! ¡¡¡¡¡¿UNA HIJA DE ODÍN?!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¿CREES QUE PUEDES USAR LA VIDA DE LOS DEMÁS COMO TE PLAZCA?!!!!!!!  ¡¡¡¡¡SER LA HIJA DE LA CABEZA DE TU CLAN NO TE HACE ALGUIEN DE LA REALEZA!!!!! ¡¡¡¡¡TÚ SOLO ERES UN VERDADERO FRAUDE!!!!!! ¡¡¡¡NO ERES MÁS QUE LOKI, MALDITA BASTARDA!!!!

- Ahora, partiré a buscar a mi hermano. No quiero que perdamos más tiempo.

La reunión acabó con un saber amargo muy difícil de quitar. Todos hubieran estado mucho más contentos con la operación si Margarita no hubiera dicho que ese era su plan. A decir verdad, sonaba bastante falso, pero Margarita, como era ahora, era capaz de hacer muchas cosas. Además, Jacif se había vuelto extremadamente fuerte, y sabían que sería muy difícil que perdiera el control usando ambas partes de sí misma, incluso, al mismo tiempo. A decir verdad, no parecía una idea tan descabellada después de todo. Pero daba miedo la actitud de Margarita al decirlo; realmente parecía una Salvador. Sin saber qué opinar acerca del plan, y si llegase a ser falso, sin tampoco saber de qué sería capaz esta Salvador, el equipo de Jacif reanudó la marcha al mar Ciélico, a unas cinco horas del lugar donde estaban. Jiff Aránguni quedaba a unas tres horas. Pero llevar a todo el tropel de personas les llevaría más tiempo de lo que le llevaría a Jacif llegar al lugar convenido, que de Jiff Aránguni quedaba a una hora, mientras que del castillo de la Bruja Blanca estaba solo a unos veinte minutos.

La maldición de Margarita (y todas las aventuras que vivió gracias a ella)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora