Capítulo 34

38 3 1
                                    

Jacif luchaba con la bruja que le había robado todo lo que tenía: su pasado al destruir a sus ancestras y su futuro al tomar posesión de su reino. Como se imaginarán, sus emociones estaban bastante revolucionadas, pero todas iban dirigidas en la misma dirección, lo que le ayudó a llevar la batalla bastante bien, tanto así que la bruja supo casi al instante en el momento en el que comenzó la pelea que ella estaba en graves problemas. Los ataques precisos e inesperados de Jacif, le habían impedido a la bruja lanzar algún hechizo o siquiera defenderse. La bruja entonces pensó en otra estrategia.

- ¿Qué harás cuando me mates? – le preguntó a Jacif - ¿Crees que habrás vengado a las de tu raza por matarme? ¿Crees que habrás recuperado tu reino cuando me venzas? Las cosas no son tan sencillas como parecen, chiquilla... Te están usando porque saben que eres fuerte, pero no te dejes engañar. Eres solo una niña. No deberían hacer eso contigo.

Jacif escuchó a la bruja y recordó las palabras de Margarita la primera vez que la curó. Al principio pensó que todo había sido un sueño, pero luego se dio cuenta que no era así.

- "Pero es una niña muy pequeña. ¿No es un peso muy grande sobre sus hombros?... ¿No te parece que tiene derecho a vivir su niñez?... Pensar que tiene que combatir a un monstruo temible y poderoso que podría destruirla sin pensarlo dos veces. ¿No te parece demasiado para una niña?... También creo que ella no debería matar a nadie, gran hombre. Es solo una niña... ¿No te parece que tiene derecho a elegir sobre su vida? No solo tiene una maldición, sino que también el destino de todo su reino y de su familia depende de que ella no pierda el control sobre su poder y termine como su madre o cualquiera de sus antecesoras. ¿Qué harías vos en su lugar? Además, matar a esa bruja no cambiaría nada."

Margarita había dicho eso, cuando era buena. Pero luego ella cambió, mató a su padre, le dio órdenes, y todo se volvió tan extraño que Jacif no supo si podía seguir confiando en ella... Entonces, lo que le decía la bruja ¿era mentira? ¿O era verdad?

- Yo... Sé que no pierdo nada matándote... - dijo Jacif intentando mantener la compostura.

- Oh, vamos... ¿Qué podrías perder cuando no tienes nada? Todos te abandonaron aquí. Estás sola...

- No es verdad, Serge...

Jacif buscó a Serge por todas partes, pero no lo encontró.

- ¿Ves? Estás sola, peleando una batalla que no te corresponde, arriesgando tu vida por un montón de personas a las que no les importas... ¿Estás segura de que quieres convertirte en una asesina solo porque ellos te lo pidieron?

- Yo... Yo...

- Ellos te dejaron hacer el trabajo sucio tú sola... Eso es muy desconsiderado, ¿no lo crees?

Jacif no pudo mantener más el control de sus emociones, y la desesperación de hallarse sola frente a su más grande miedo, a pesar de estarle ganando, la hizo entrar en pánico.

- Estoy sola... - dijo Jacif mirando al suelo desconcertada – Quiero recuperar mi reino, pero no creo ser capaz de gobernarlo. Soy solo una niña que no puede hacer nada sola... Ni siquiera pude proteger a mi propio padre ni reconocer la verdadera naturaleza de Margarita.

La bruja supo que su táctica estaba funcionando y aprovechó el momento para atacar a Jacif. Tomó una vara de madera y lo hechizó para que en el momento en el que golpeara la cabeza de Jacif, se transformara en un tronco enorme.

- Adiós, niñita ingenua.

La bruja lanzó la vara y mientras, Jacif se tomó la cabeza y se puso de cuclillas en el suelo. No supo nunca que esta vara sería un enorme tronco al tocarla. En ese momento, el primer refuerzo apareció cubriendo a Jacif del golpe.

La maldición de Margarita (y todas las aventuras que vivió gracias a ella)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora