SEIS🔑

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Y quién diría que el chico que hace unos segundos era devorado por la chica de cabello platinado se trataba del pelo de zanahoria. Retiro a la chica de su regazo levantándose para ir con los chicos que hace segundos estaban jugando.

—Son muy guapos verdad—dijo una voz a mi oído, voltee enseguida.

— ¡Eh¡ no, yo no...—trate de explicar.

—Tranquila, yo a tu edad solía espiar a los chicos del club de natación—dijo con diversión sentándose a un lado de mí y tendiéndome un cono de helado.

—no los estaba espiando Tía—aclare—solo me dio curiosidad saber que hacen los demás para divertirse—metí un poco de helado a mi boca.

—se rio—claro, ya veo cual fue tu curiosidad—dijo burlona. Entonces capte lo que quiso decir.

— ¡que! ¡No! En verdad no se trata de eso—dije a la defensiva.

—okay, okay. Tranquila no tienes por qué sentir pena, eres joven y tus hormonas están a flor de piel, cualquiera que vea semejantes músculos reaccionaria de la misma manera...

— ¡Basta!—chille—no voy a tener ese tipo de conversaciones otra vez, bastante ya me dijeron en el tutelar como para volver a oírlo.

Mi tía solo se dispuso a reír por mi comportamiento y es que dios que te volvieran a decir por todos los cambios de tu cuerpo y lo que poco a poco vas experimentarlos era horroroso. Prefería arrancarme las pestañas antes de volver a escuchar eso de nuevo. Las horas transcurrieron dándole paso al atardecer, bajamos del auto con algunas comprar que hicimos después de la playa. Entramos a la casa dejando las bolsas en la cocina, estire mis brazos pues realmente estaba agotada.

—necesita algo más.

—no cariño, gracias. Es mejor que vayas a descansar—asentí dándome la media vuelta para irme, pero me volví para darle las gracias por todo lo de hoy. Subí las escaleras llegando hasta mi cuarto, dejando un camino de prendas hasta llegar a mi cama donde me deje caer entrando en un profundo sueño.

...

Gruñí aun estando media dormida ya que unos insistentes golpes me estaban despertando, me acurruque aún más en mi cama, tapándome la cabeza con la almohada para alejar aquel sonido tan molesto. Me quede quieta hasta que los golpes volvieron aparecer, con todo el mal humor del mundo grite

— ¡Quieen!—grite levantando la cabeza.

—El desayuno está listo—una voz femenina se escuchó detrás de la puerta, fruncí mi ceño puesto que esa voz era más agudo que la de mi tía, le reste importancia ya que el sueño aún no se iba del todo.

Volví a recostarme por unos segundos más pero realmente ya el sueño se me había espantado, me levante como pude dirigiéndome al baño para tomar una ducha antes de bajar. Una vez aceada me puse unos jeans ajustados y una camiseta blanca. Baje trotando encontrándome con la mesa llena al parecer había alguien de más, camine extrañada hasta que la chica que ocupaba un asiento alado de Jimin levanto su vista dirigida a mi dándome una sonrisa. Entonces me pregunte de donde había venido no recuerdo haberla visto anoche en casa y viendo la hora, era muy temprano para que ella viniera ver a mi primo, tome asiento del otro lado de mi tía Sujin.

—Lamento si te desperté Hara, pero me dijeron que te avisara—dijo apenada.

Entonces me callo el veinte de quien había interrumpido mi sueño minutos atrás, hable diciéndole que no importaba y agradeciéndole pero aun así mi curiosidad no me dejo tranquila.

—disculpa, pero ¿a qué hora llegaste?—el rostro de la chica se tornó en un rojo carmesí, agacho la cabeza apenada, entonces capte que ella había pasado la noche con mi primo—lo siento—dije desviando la mirada, sin duda Jennie era una chica penosa para algunos temas aunque si fuera yo estaría igual.

ENSÉÑAME |JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora