Empuje la puerta trasera con ayuda de mi cadera ya que mis manos estaban ocupadas sosteniendo dos grandes bolsas negras de basura, camine por el oscuro callejón hasta llegar a los grandes contenedores de basura donde deposite ambas bolsas. Me limpie ambas manos en el delantal para quitar cualquier residuo de suciedad en ellas, eran aproximadamente las 8:00p.m y la jornada de trabajo había acabado. Cuando estaba por ir a dentro de nuevo el sonido de mi celular me detuvo, saque aquel aparato de mi bolsillo trasero y revise la pantalla viendo un número desconocido.
—Hola—conteste.
—Hara, cariño—dijo una voz femenina
— ¿Mamá?
—Si cariño, soy yo. Que alegría escucharte, ¿Cómo te está yendo en Busan?
—pues no me quejo la tía Sujin me ha recibido bien y apenas hoy comencé a trabajar.
—Conseguiste empleo—dijo con asombro—vaya, eso sí que es sorprendente…bueno al menos ya no le tendremos que dar dinero a tu tía—hablo con cierta alegría—en fin nosotros estamos en Nueva Zelanda, tu hermano está encantado.
— ¿Cómo que le dabas dinero?—dije aun procesando lo dicho.
—Que acaso no te lo dijo, cariño quien en su sano juicio aceptaría que alguien se quedara a vivir en su casa sin recibir algo a cambio y más si se trata de alguien que apenas salió de un tutelar—deje salir una risa irónica mientras me aconchaba en la pared de espaldas—sé que suena muy cruel pero hay muchas cosas que debes aprender mi amor, la gente es falsa y si el dinero está de por medio pues, tú sabrás. ¡Oh! los juegos artificiales vas a empezar, te dejo cariño descansa….
Solo el horrible tono que quedaba después de finalizar la llamada quedo fijo a mi oreja, poco a poco lo fui alejando de mí. La verdad es que no me sorprendería que fuera de esa manera, mirando al cielo deje salir mi aliento dispuesta a entrar. Cuando abrí la puerta dos bolsas negras me impidieron el paso, viendo como súper zanahoria apareció detrás de ellas.
—deja de perder el tiempo, aun tienes trabajo que hacer—hablo tendiéndome las bolsas. Sin ganas de reprocharle se los arrebate de las manos, tirándolas con agresividad a los contenedores. Camine hasta la entrada pasando por su costado.
—¿Alguna vez te has sentido tan patético en tu vida que te preguntas el por que de tu existencia?—pare en seco.
—Ah que viene tu pregunta—dijo Jungkook extrañado.
—Ah Nada, olvídalo—dicho eso tome mi bolsa y Salí del lugar. La noche era fría y calmada, los autos pasaban de un lado al otro, caminaba con rapidez sin darme cuenta hacia donde iba. No podía creer que tan mierda se volvió mi vida.
—¿acaso ya no sabes el camino a casa? Estas yendo del lado contrario pequeño genio—un cuerpo alto y fornido se posiciono aun lado de mi. Levante mi vista hacia el susodicho, nuestro ojos conectaron por segundo ya que el volvió su vista hacia delante, podía solo ver la mitad de su rostro ya que la parte baja estaba cubierta por un cubre boca. Consigo una gabardina negra cubría su cuerpo protegiéndolo del frio…a veces me pongo a pensar si sabe de la existencia de otros colores que no sea el negro.
—Te importa, además no necesito un guardaespaldas—dije con molestia
—Hey, no te creas tan importante para tu información mi casa queda en esta dirección—dijo mientras revisaba su celular.
—Como sea…--pare dándome la vuelta para caminar de nuevo, pero algo me de tuvo volviendo me a girar del lado contrario. El contacto de una tela choco con mi rostro, así es, Jungkook se había quitado su cubre boca para dármela a mi.
—Debes aprender a cuidarte, no sabes que con este clima puedes enfermar—terminó de acomodarlo—no querrás eso después de conseguir el empleo –Estaba por darle las gracias pero su celular sonó de repente cortándome en el acto. Vi como frunció su seño contestando y alejándose un poco. Al parecer cabellos de zanahoria estaba en discusión con otra persona ya que su semblante era mas frío y molesto que de costumbre. La verdad no se que hacia parada escuchando o viendo algo privado…retrocedí poco a poco de espaldas hasta cerciorarme de que no me viera medí media vuelta. Había caminado mas de dos cuadras y vaya que el camino se me hacia eterno.
—Aparte de descuidada y torpe, también eres mal educada—dijeron detrás de mi.
En serio…
—Acaso no dijiste que tu casa quedaba del otro lado—dije sin detener mi andar.
—Te importa—uso mis palabras. Seguí caminando sin mirar atrás, pero poco a poco deje de escuchar sus pisadas.
—Te importaría ir por un café—deje de caminar.
El lugar era cálido incluso perfecto para este clima tan frio, estaba sentada esperando a mi acompañante, la verdad no se ni porque acepté o talvez si…creo que ambos no teníamos muchas ganas de llegar a casa. En las paredes se podía observar muchas fotografías de distintos países. Mi celular vibró dándome señal que un mensaje había llegado. Abrí la pestaña el cual me envió a un vídeo el cual empezaba con fuegos artificiales, aquellas luces que adornaban el oscuro cielo eran muy lindas. Recuerdo que en el tutelar un día me escape con Taehyung y Mandí para ir ala azotea y verlos desde lejos, la única vez que pudimos ver algo mas allá de cuatro paredes. El video término llegando otro mensaje.
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Esperó te haya gustado, seguiré enviándote mas videos… Con cariño, kwan💕
Bloquee el celular de golpe—Un Café Americano—lo dejó frente a mi.
—No crees que esto es un poco tonto—hable tomando la taza entre mis manos.
—A que te refieres con eso—tomo un sorbo de su café Express.
—A esto, trabajas en una cafetería y vienes a otra a tomar café—sople un poco para luego tomar un sorbo.
Dio una pequeña risa—me causas mucha curiosidad ¿sabias?
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