ENSÉÑAME |JJK

SIETE🔑

En verdad no entiendo porque me arrastraron hasta aquí, ni mis patéticas suplicas a mi primo sirvieron. Ahora estaba aquí sentada en una de las mesas reservadas cuidando las compras de Jennie e Iseul mientras ellos bailaban en la pista al ritmo de música a mi parecer electrónica. Bufe en desesperación por salir de este lugar lleno de un ambiente nada sano. Era mi primera vez estando en un lugar así, aunque ya había escuchado referencia sobre cómo se ponía las cosas, Mandí fue mi instructora al contarme sus múltiples escapadas a los antros con sus amigos de la secundaria mientras se hacían pasar por mayores de edad con tarjetas falsas. Y para sumar me sentía fuera de lugar estando vestida con unos jeans ajustados y una camisa blanca, si quería pasar desapercibida estaba totalmente equivocada ya que todas las miradas se posaban en mí.

Con irritación me puse de pie buscando con urgencias un baño, poco me importo que se llevaran las bolsas de las chicas es decir no era mi obligación cuidarlas. Me abrí paso entre el montón de gentío pidiendo permiso para pasar, ganándome codazos y aplastones de pies. Cuando logre atravesar todo esa muchedumbre divise los baños caminando hacia ellos hasta que sentí un líquido derramarse encima de mi camiseta. La tonta de mí no se dio cuenta que me había metido en una pelea de chicas ganándome yo la bañada de licor. Rápidamente estire mi camisa la cual se había ceñido a mi busto mostrando por encima la tela de mi sostén.

—Disculpa, Disculpa no fue mi intención—dijo una chica rubia tratando de ayudarme a secar la gran mancha.

—No importa, no me fije por donde iba—dije sacudiendo la tela.

—ya vez lo que provocas zorra, acabo de manchar a esta chica por culpa tuya—oí como la rubia gritaba por encima de mi hombro.

Sentí como mi cuerpo fue empujado hacia un lado para darle comienzo a una pelea de jalones de cabellos, fue retrocediendo mediante la gente se amontonaba para hacer bullicio alrededor de esas dos chicas arrematando se a golpes. Corrí hasta los baños asustada, me mire en el espejo y dios era un completo desastre, acomode mi cabellos peinándolo con los dedos y mojándolo un poco. Levante un poco la camisa remojando la mancha tratando que el olor a licor desapareciera. Una vez terminado objete por refrescar mi cara mojándola.

Salí de los baños mirando a todos lados al parecer la pelea había tenido un final, en una de las mesas cerca de la barra pude ver a la rubia de hace unos instantes con el cabello enmarañado y el vestido levemente rasgado mientras que sus acompañantes la ayudaban a calmarse.

Mandí sí que tenía razón cuando decía que en los antros se presenciaban todo tipo de escándalos.

Caminaba de regreso a la mesa pero realmente ya me había perdido, miraba por arriba de las cabezas de todos parándome de puntas, no es que fuera tan bajita pero había personas más altas que yo. Caminaba sin tener cuidado de donde me metía realmente estaba tan concentrada por buscar la mesa que ni cuenta me di cuando un mesero venia hacia mi dirección. Cuando reaccione estando a centímetros de chocar con la charola llena de vasos, apreté mis ojos esperando el impacto tremendo que llevaría, pero no fue así. Sentí como mi cuerpo fue jalado con brusquedad chocando con el cuerpo de alguien más. Abrí los ojos encontrándome con un pecho fornido cubierto por una chaqueta negra, cuando me anime a mirar hacia arriba me encontré con un par de ojos negros mirándome con desaprobación.

—por qué te moviste de la mesa sin avisar a donde ibas, sabes lo mucho que te andábamos buscando—dijo en tono molesto—que acaso no te fijas por donde vas, que hubiera pasado si no llegaba a tiempo, tu cara en estos momentos estuviera cubierta por terribles cortaduras. No puedo creer tu grado de torpeza—menciono lo último con ironía seguido de agarrarme con fuerza por el brazo y arrastrarme.

—Disculpa pero quien te crees que eres para hablarme así—me zafé—te agradezco que me hayas salvado pero si tanto te purga entonces no entiendo por qué molestarte por encontrarme —dije con molestia.