22. El color negro

411 78 41
                                    

Borja

Me pongo un pantalón y ato mi tapado a mi cuello. Camino viendo  el desastre, los vampiros han destruido todo lo que nos ha costado crear con nuestro esfuerzo, pero no importa, lo reconstruiremos. Me acerco hasta Lennard que ha vuelto a su forma humana como yo, y llora en el suelo.

—¿Qué sucede? —le pregunto.

Alza la cabeza y me mira con su rostro empapado en lágrimas.

—Se llevaron a Ra.

Entrecierro los ojos.

—¿Qué?

—¡Lo que dije! —me grita y se levanta del suelo.

Tiene sentido, pararon el ataque bastante rápido en mi opinión. No vinieron a matarnos, vinieron a secuestrarla a ella.

Me giro.

—Vamos a buscarla.

—¡¿De verdad?! —dice emocionado.

—El rastro todavía puede olfatearse, no deben estar muy lejos, pero antes...

—¿Antes? —Alza una ceja.

—Ponte algo de ropa, no andes desnudo.

—¡Ay cierto! —Se sonroja y sale corriendo a vestirse.

Regresa con un pantalón y salimos en busca de Ra. Dejo a Rajon y Marcoy a cargo del arreglo del fuerte, lo que a Dante le molesta, pero no es mi problema. Avanzamos por el bosque con Lennard, entonces llegamos a una mansión.

—¿Esto estaba aquí? —pregunta el castaño.

—A los vampiros les gustan las edificaciones ostentosas, no me sorprende la verdad.

—¿Y cómo entramos? ¿Hueles a Ra? Yo sí la huelo, creo que está sangrando —Mueve la nariz y hace puchero luego —. Ya me estoy preocupando por ella otra vez.

—Shh —lo callo y se tapa la boca, luego baja su mano para disculparse.

—Perdón —Sonríe y habla bajo.

—Tú ve por detrás, yo entraré por la ventana —le aviso y asiente.

Con mi garra, hago un agujero en el vidrio y despacio abro la cerradura del otro lado. Al entrar, hay mucho silencio, veo un trono vacío y sangre humana en el suelo. De esos típicos vasos que toman los vampiros como si fuera vino. La copa está hace rato, aquí hubo una conversación y todos se fueron. Tenemos suerte, parece que decidieron retirarse, así que no habrá ninguna pelea.

Camino en dirección hacia la escalera que está al lado de una puerta y oigo un ruido detrás de mí, así que me detengo. Me giro, veo una araña en el suelo, la sigo con la vista, luego miro al techo, donde está su telaraña. Es negra. Que raro, nunca había visto que fueran de ese color. Me quedo tildado hasta que Lennard me llama.

—¡Borja, encontré a Ra!

Dejo de observar el techo y el bicho ha desaparecido, así que me dirijo hasta donde me llaman.

—¿Todo en orden? —Subo las escaleras.

La rubia está sentada en el suelo con un grillete en el pie, pero la pierna que tiene lastimada es la otra. Me le acerco a revisar.

—No hay nadie aquí —dice el castaño.

—Se fueron —le contesta Ra —hablaban de tratados, decidieron dejarme aquí, porque cambiaron de opinión con el trato de las brujas, ahora los vampiros apuestan a los cazadores.

—Siempre nos dejan de lado —Me agacho hasta ella y toco su pierna, así que chilla —. Parece dislocada, voy a tener que moverla, va a doler.

—¿Qué? ¿Qué? —dice nervioso Lennard —Ay no.

Ra lo mira mal.

—A ti no te van a mover el hueso, ¿por qué mierda parece que vas a llorar? —se queja.

—¡Es que estoy sufriendo por ti! —Alza los dos puños, luego señala mi mano y hace puchero —. Además, ¿cuánto tiempo tiene que tener su manita en tu muslo?

Me río.

—Deja de sufrir Lennard y déjame concentrarme.

Toco donde creo que está el problema y rápido muevo su pierna, Ra chilla, entonces se agarra de mí. Mi corazón se palpita a una velocidad descomunal, me voy a quedar sin aire, huelo su esencia demasiado cerca. Me alejo rápido.

—Listo, terminé.

—¡Bien! —dice Lennard y corta el grillete de su otra pierna.

Alzo la vista viendo la araña ¿Cómo llego tan rápido hasta ahí? Ra observa a donde estoy viendo.

—¿La ves? —Se sorprende.

—¿Qué? —Alza la vista Lennard —Yo no veo nada.

—Supongo que hay que empezar a creerte —le aclaro y me giro para mirar el lugar —. Adelántense, revisaré la zona, por si viene algún vampiro.

Lennard asiente y alza a Ra entre sus brazos, entonces se la lleva. Me acerco a la ventana y observo a la luna. No oigo, no siento, no hay nada, mi instinto no se conecta con esa preciosa luna. Suspiro, solo me gustaría saber por qué.

~•~

Mi bebo sufre 😢😭

Borja 💔

Atte: Vivi.

Almas Perdidas #8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora