En esas mismas vacaciones, Leah había decidido escribir una carta para Fran donde le contaría sobre los "sentimientos" que tenía por él. Amy la había aprobado y, más adelante, Sídney también; del resto de chicas no conocía su opinión, pero tampoco le importaba del todo. Estuvo demasiado nerviosa, pensando en que se conectaría en cualquier momento... Claro está que no fue así, por suerte. Pasó mucho más adelante, cuando ella al fin pudo procesar mejor la situación en la que estaba viviendo.
Al entrar a clases, una tarde como cualquier otra y en su llamada diaria, Amy estaba hablando de lo entretenida que era Army Amino; esta era una aplicación donde había comunidades específicas para diferentes temas y, en ese caso, se centraba en las fanáticas de BTS y en los integrantes de la banda. A causa de la influencia de su amiga, Leah terminó haciéndose una cuenta.
—No le hallo el chiste. ¿Para qué es necesario subir de nivel? Es tan tonto. —Pensó en voz alta. Parecía más una aplicación que te ayudaba únicamente en tu obsesión para que subieras de reputación en la plataforma.
A los pocos días, ya no se separaban de ella. Podían hablar por mensajes por fin y se la pasaban publicando cualquier cosa que les parecía interesante, jugando en las actividades que había o ingresando a salas de chat para charlar con gente. Entonces, durante una de esas tarde, Amy le presentó una idea a su amiga.
Amy: ¿Y si nos hacemos cuentas como si fuéramos chicos en Amino? ¡Podríamos fingir ser pareja para no tener problemas! ¿Te parece? Los hombres de ahí tienen muchas seguidoras. Me llamaré Doomi, Dominick.
Leah: Hecho. Me llamaré Ridge.
Amy: ¡No, no! Ese nombre es feo.
Leah: ¿En serio? Sin embargo, a mí me gusta. Mm... ¿Qué te parece Evan?
Amy: ¡Doomi y Evan serán, entonces!
A partir de entonces conformaron una pareja virtual a la que apodaban DoomiVan por la unión de sus sobrenombres; y sí, había más opciones para la pareja, pero escogieron ese porque les pareció divertido y lindo. Leah tomó el papel del estereotipo del activo en la relación, mientras que Amy hacía del pasivo lindo y agradable que era menor por un par de años. De aquella forma, la castaña comenzó a describir a su chico como imaginaba a la pareja perfecta para su amiga y, sin darse cuenta, adquirió conductas que, en cierto punto, dejaban a la vista lo que sentía en verdad por ella: guardaba fotos suyas, le decía apodos lindos a veces, le dedicaba estados en amino haciéndole pensar que eran palabras de Evan a Doomi y no de Leah a Amy, le brindaba abrazos muy duraderos y le dejaba que jugara con su cabello durante mucho rato. Esas acciones, sin duda, generaron que la anhelara más y que fuese difícil el guardar solo para ella ese secreto; tenía ganas de Amy, de demostrarle lo que en verdad sentía más allá de su hermosa amistad. Por buena, o mala, suerte, ella parecía no querer darse cuenta de los sentimientos de la mayor.
A su vez, dentro de su círculo de amigos, se anexó una nueva chica llamada Stephanie, Fanny para los cuates, que marcó una nueva etapa en la Familia Kim sin darse cuenta. Pensando en que no afectaría a la estructura de su amistad, comenzó a hacer bromances entre las chicas; uno de ellos fue el de Diana y Amy, las cuales comenzaron a ser algo cercanas a lo largo del tiempo en el que el grupo se formó. A Leah no le molestaba del todo, pues quería vivir en la idea de que no era posible esa relación; aunque, para ser honestos, sí se sentía algo celosa de que a ella no la emparejaran con Amy. Siempre quería tener que ver con ella.
Días antes del 14 de febrero, Sídney y Leah tuvieron una discusión a causa de su amistad. La primera implicada parecía tener algo de celos hacia Amy, diciendo que la contraria solo le prestaba atención a ella y que todo lo importante se lo contaba a primero (como lo de Fran y su carta), posiblemente creía que era la única mejor amiga que tenía Leah; por su parte, la segunda implicada también tenía celos y coraje a causa de la sensación de que Sídney se estaba alejando poco a poco de ella, juntándose más con Abril. Incluso se sentía algo excluida y desconocía la razón por la cual la trataban así, ya que Síd nunca le contó cómo se sentía: grave error. Una vez se "resolvió" el asunto, su amistad quedó algo herida pese al tiempo que llevaban siendo amigas, peleando por lo mismo cada mes, llegando a parecer una pareja algo tóxica. Sin embargo, para ese entonces, se creía arreglado el problema y se llevó a cabo una actividad en la escuela y otra por parte de la Familia Kim.
La primera consistía en responder una serie de preguntas sobre tu mejor amigo (o amiga), y sobre cómo pasarías tu última tarde con él (o ella.) Leah en aquel momento se sentía algo dividida: podía poner solo a Sídney, o también a Amy, pero eso fue la razón por la cual habían discutido. Decidió, pues, poner a ambas pero sin decírselo a ninguna. No quería más problemas en su amistad, en realidad: era demasiado feliz con ambas y no se sentía segura en decirle a Sídney sobre sus sentimientos hacia la restante (lo cual, posiblemente, fue el peor error que pudo haber tenido y tuvo que haberle dicho.)
La segunda era un poco más sencilla: realizar cartas hacia todas las integrantes del grupo en donde se pidieran disculpas o se dieran las gracias por alguna cosa que haya sucedido y que nunca tuvieron el valor de decirlo. Esta idea surgió a través de la discusión de Sídney y Leah, y fue una muy buena, por cierto.
Indecisa de qué escribirle a la azabache, la mayor del grupo estuvo pensando durante muchos minutos mientras veía la hoja del documento en blanco. A parte de las cosas que vivieron en primero, sentía que las demás discusiones habían sido pequeñas; así que hizo, mejor, una carta de agradecimiento. Realizo un listado de ciertas cosas por las cuales daba las gracias de que Amy fuera ella. Claro está que también pidió disculpas por su actuar el primer año de secundaria, aunque creía que su amiga ya sabía lo arrepentida que estaba de aquello.
Antes o después de esa última actividad, Leah recibió una acelerada y apresurada llamada por parte de Amy durante una tarde cualquiera.
—Diana se me confesó.
No sabía si la oía asustada, nerviosa o furiosa. Fuera cual fuera, estaba claro que esa noticia no le gustó en lo absoluto.
—Tranquila, Amy. No llevan mucho tiempo hablando; solo ha de ser de esas personas que se te declaran y se les olvida a la semana —dijo, queriendo calmarse más a sí misma que a su amiga—. Solo dile lo que sientes y ya.
Leah en verdad esperaba que le dijera que no le gustaba. Sabía que no la amaría con la misma intensidad de lo que Leah lo hacía.
«Esperaré, esperaré,
Te quiero como si nunca hubieras sentido el dolor.
Esperaré,
Te prometo que no tienes que tener miedo.
Esperaré,
El amor está aquí y ha venido para quedarse,
Así que reposa tu cabeza sobre mí.No tienes ni idea,
Sé que estás sufriendo,
Mientras yo duermo profundamente.
No tienes ni idea,
Todos mis errores me están ahogando lentamente.
No tienes ni idea,
Estoy intentando hacer que sea mejor poco a poco.No tienes ni idea,
Yo, yo te amaré hasta que muera el sol.Little Do You Know
-Alex & Sierra.»
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ENTRE SECRETOS Y ANHELOS
Teen FictionSiendo compañeras desde el jardín de niños y separando sus caminos en primaria, Amy había llegado a la vida de Leah sin siquiera una complicación. Únicamente se veían en encuentros casuales en aquel pueblo aburrido. Un día, cuando todo iba prácticam...