Capitulo 11

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JongDae acariciaba las orejitas de su pequeño quien descansaba a los largo del sofá de la sala, su cabecita apoyada en el regazo del humano, disfrutando en sueño de las caricias tan dulces que este le daba.

Miró de reojo a JiSung sentado en uno de los sofás individuales con SoonGi en su regazo, la espalda del pequeño recostada en su pecho y su cabecita en su hombro mientras disfrutaba de su mamila con leche tibia, disfrutando de los dedos de JiSung acariciando su vientre por debajo de la camisa.

—¿Crees que cambie?...—Susurro JongDae, captando la mirada de su guardaespaldas quien había estado perdido en sus pensamientos.—Es decir...

—El cambiará.—ante la vibración de su pecho SoonGi le miró un segundo, pero al notar que no era con él volvió a dirigir sus ojos al frente, concentrándose en su leche otra vez.—Ya no tengo duda de eso...—JongDae suspiró, viendo a JiSung dirigir su mano libre al cabello oscuro del pequeño, acariciandolo con tanto amor que SoonGi cerró sus ojos, ronroneando suavemente.

—¿Están listos?.—JiSung suspiró a la voz de su jefe, asintiendo suavemente mientras JongDae despertaba a MinSeok, atrayéndolo para sentarlo en su regazo.

—Algo así.—JongDae besó la mejilla de un adormilado MinSeok, recibiendo una preciosa sonrisa del minino que lo hizo sonreír a él también.

JunMyeon entró a la habitación con JinKi, SooYoung, JongIn y ChanYeol tras él. MinSeok se alertó ante el olor nuevo en la habitación, SoonGi abrió sus ojos y sacó su mamila de su boca acurrucándose contra JiSung. No los querían cerca.

—Bebé, bebé...—habló JongDae en susurros, acariciando la espalda de su pequeño para que se calmara.—Ellos no te harán nada... Cálmate...

—Meooow.—maulló con disgusto, viendo a aquellos desconocidos parados a un lado, solo observando todo.

—Mira, MinSeok, mírame.—JongDae tomó ambas mejillas entre sus dedos, apretándolas con algo de fuerza pero no lo suficiente para hacerle daño, solo para que le mirara.—Te explicaré quiénes son, ¿si?.—el minino asintió, arrugando su nariz para que le soltara.

—Meoow...

—No te preocupes, ellos no te harán daño.—MinSeok apretó sus labios para acarrucarse contra su cuerpo, mirando otra vez a los desconocidos mientras jugaba con un botón de la camisa del humano.—JunMyeon ven acá.

—Sin duda eres serio con él, todo el día has estado llamándome JunMyeon.

—Si. Soy serio con él.—gruño a su hermano quien se acercaba lentamente, apretando sus labios ante la actitud hostil de JongDae. Se sentó frente a ellos en la mesa de centro, mirando al pequeño quien le miraba nervioso.

MinSeok pensaba que olía algo rico, ¿como a jabón y menta? Era el olor que quedaba cuando JongDae lo bañaba o le cepillaba los dientes en la mañana y antes de dormir, teniendo especial cuidado con sus colmillitos. Pero no olía tan bien como JongDae, él olía a café y caramelo, eso era rico, a él le gustaba el café, aunque sus ojos oscuros demostraban la misma amabilidad que JongDae.

—Acerca tu mano lentamente...—JunMyeon trago y acercó lentamente su mano, haciendo que el pequeño se alertara.—Shh... No te hará nada bebé...—debían acercarse a MinSeok para poder hacerlo con SoonGi, este parecía determinar cuando podía confiar bajo la opinión de MinSeok.

El minino chilló suavemente entre dientes tal como un gato, sin moverse de su lugar aún observando la mano ajena. JunMyeon tocó su hombro primero, subiendo hasta su cabello, acariciando su nuca por lo que suspiró antes de que tocara suavemente sus orejas, acariciando la base por lo que fue inevitable para él ronronear.

Mafia's BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora