Mafia's Blood

Capitulo 31

—Kai dice que los Huang intentaron volver a atacar a la casa de Kim NamJoon. Los frenaron y mataron a algunos, Lay le sacó algo de información a los tres que quedaron vivos.

—¿Que dijeron?.

—Madre Wu al parecer está intentando por todos los medios matarlos. No parece sospechar que estes aquí.

—Entonces tu familia está ocultando todo muy bien de madre Wu.—felicito el líder a Yiren tras las palabras de su guardaespaldas. Esta asintió, con una suave sonrisa.

—Son los Wang. ¿Que esperabas? Por algo, somos el más grande miedo de tu madre.

—En eso tienes razón.

Yifan recogió las mangas de su suéter, suspirando suavemente para tomar su taza de café.

—¿Que planeas hacer? El grupo más importante está de tu lado, convencer a los demás será pan comido.

—No tengo voz ni voto en los grupos. Aunque los Wang sean los más poderosos, debo convencer a los otros para estar totalmente seguro que harán a mi madre pagar por sus locuras.—explicó con calma a Victoria, bebiendo de su taza en el proceso.—Pero estoy esperando la palabra de la señora Huang. Ellos son estupidos, asesinos de sangre fría pero estupidos al fin y al cabo. Se que cuando Wang le diga que Tao esta muerto, soltara algo muy favorecedor.

—¿Crees que ella se lo trague?.—cuestionó Yiren, curiosa respecto a aquellos planes.

—Lo hará. Estupidos al fin y al cabo.—Yifan giró sus ojos al pensar en aquella familia.

—Es ilógico la manera en la que ven a sus sucesores. Para ello vale más una mujer que Zitao, por la ilógica idea de que solo porque puede tener bebés será más débil.

—Zitao siempre tuvo un corazón débil.—explicó LuHan a las chicas quienes aún no comprendían la ira de los líderes Huang a su propio hijo.—Era un pequeño dulce, que no mataría ni al más pequeño insecto.

Los ojos del más alto cayeron en su guardaespaldas por sobre la orilla de su taza, escuchándole atentamente como las dos chicas.

—Ya aquella idea tenía mal a sus padres, no era como el resto, no entrenaba como los otros niños y siempre lloraba cuando lo obligaban. Cuando descubrieron que el pequeño Zitao tenía la capacidad de tener un bebé desearon hacerlo infertil.

—¿Por que no lo hicieron?.—Yiren preguntó, confundida pues podrían haberlo obligado sin problema.

—Bueno...—LuHan miró a su jefe quien bajó su mirada al vaso.—Alguien lo prohibió.

—¿Alguien?.

—Era algo inhumano lo que le harían, así que alguien se negó rotundamente y dijo que si le hacían aquello a Zitao, pagarían con la misma sangre que el derramaría en el proceso.

—Oh... Entonces...

—Zitao nunca pasó por aquel proceso, pero recibió más odio y maltrato de su familia, porque había obtenido la aceptación de alguien importante, pero este alguien no los ayudaba nunca, se negaba a hacerlo, los creía escoria después de todo. A la final, Zitao no servía de absolutamente nada.

—Son unos infelices.

—Si, lo son.

—¿Como ibas a dejarlos hacerte eso?.

—Son mis padres... Ellos son quienes deciden...

—Tienes edad suficiente como para negarte. Puedes morir si hacen esas cosas mal, además, ¿acaso no me has dicho que tener tu propio bebé es lo que más te haría feliz? ¿Ser el padre amoroso que los tuyos no fueron?.