JongDae movía su pie insistente, como si estuviera a punto de levantarse y largarse del lugar, pero no quería problemas con JunMyeon, sabia que era lo mejor, sabía que mientras más retrasara aquello más problemas con los dos pequeños podrían surgir.
—Chen, cálmate.—intento calmarle JiSung, acariciando su hombro libre en busca de que se relajara un poco. Suspiro pesadamente, rascando tras su nuca inseguro.
—¿Crees que formen alboroto?.
—No es como si fueran a matar a Leeteuk, él sabe defenderse.—se burlo DongHyuck, jugando con la piruleta entre sus labios. JongDae suspiro, mirando a su pequeño que dormitaba en su hombro.
—Aveces te odio Ten.—el castaño rio ante la queja del segundo líder.
—Lo siento, pero realmente lo pensé en un buen sentido.
—Lo se, pero tengo miedo de como reaccionen.
—Incluso yo.—JiSung miro a SoonGi que estaba sentado en sus piernas con su espalda contra su pecho, jugando un tonto juego en su celular distraídamente, removiéndose un poco cuando perdía.
—Yo creo que mientras no los dejen solos y les demuestren que nada malo sucederá, todo estará bien.—Chittaphon se encogió de hombros, mirando de mala manera a un enfermero quien había pasado y había mirado de manera extraña al pequeño MinSeok.—¿¡Que?!.—El enfermero salió corriendo, sacando risas de los dos pequeños asesinos.
—No deberían asustar a mis trabajadores.—los cuatro giraron ante la voz conocida, JungSoo sonreía con calma, ni siquiera parecía que se quejaba realmente.—No es normal ver a un chico con orejas y cola, ¿saben?.
—Es como ver a alguien deforme, no pueden solo mirarles con asco.—se quejo DongHyuck, indignado del comportamiento del enfermero. JiSung rio suavemente mientras JongDae sonreía, sin duda los bebés ya eran parte de su familia.
—Entonces creo que tendré una seria charla con el chico.—JungSoo hablaba con calma, como si la actitud hostil de los dos chicos no le afectara. ¿Como lo haría? Leeteuk llevaba toda su vida tratando con mafiosos.—¿Vamos a la oficina?.
—¿Que tanto les harás?.
—Chen.—se quejo JiSung, cansado de la hostilidad de su jefe.
—Tranquilo, no los inyectare ni nada parecido.—JongDae no se sintió conforme, pero confiaba em el mayor, lo conocía desde que era un niño.
DongHyuck y Chittaphon los siguieron, chillando ante lo lindo que lucia SoonGi abrazado al brazo de JiSung, murmurando para que viera el teléfono mientras daba saltitos. MinSeok y SoonGi no eran tan pequeños, ambos tenían la estatura de JongDae, incluso JiSung apenas le sacaba unos pocos centímetros de altura, pero ambos eran tan infantiles y adorables que se sentían como si fueran unos pequeñitos.
—Aquí.—Leeteuk les abrió la puerta para que los cuatro pudieran pasar.
—Me quedare aquí.—indicó Ten a Haechan quien asintió, cerrando la puerta a sus espaldas para cuidar desde dentro a sus jefes mientras Chittaphon lo haría desde fuera.
—Bien.—Leeteuk tomo asiento tras un escritorio mientras SoonGi corría a ver la alacena con cosas lindas, pero parecía que no podía tocarlas.
—Ahhh~ .—JongDae vio como MinSeok abrió perezosamente sus ojos, buscando con la mirada a SoonGi quien señalaba la alacena.
—¿Se están comunicando?.
—Si.
—Meaaow~.—el minino se levanto, perezoso y aún adormilado hasta llegar con SoonGi, sentándose a su lado en el suelo.
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Mafia's Blood
Fanfiction¿Alguna vez te has involucrado con la mafia? Probablemente no, y espera nunca hacerlo. Drogas, alcohol, tráfico y muerte es lo único que recibirás de un encuentro con algún mafioso, sobre todo si es de los peores que puedan haber. Pero, ¿por que no...