Capítulo 28

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Jeongguk había tranquilizado a Jimin con leves caricias en sus rechonchas manos, Hoseok cada vez se acercaba más a Taehyung quien solo le sonreía esperando algo más, Jin trataba de mantenerse alejado de Namjoon hablando con Jackson, Doyeon por otro lado miraba recelosa a la nueva pareja. Encontraba inaudito que el recién llegado tuviera a Jeongguk, mientras ella solo obtenía un saludo por parte del chico

-Que calor.- Dijo Jin mientras movía su remera.

-¿Que les parece un chapuzón?- Propuso Jackson mientras miraba las piernas de Jimin, el castaño notó esto y fue involuntario que su lengua chocara contra su mejilla interna.

-Por mi estaría bien.- Replicó Hoseok

-Jin, anochecerá como en 20 minutos.- Namjoon hizo una mueca.- La temperatura comenzará a bajar y te podrías enfermar

-¿Y que?- Dijo sacando su polera haciendo que apareciera un pequeño sonrojo en Namjoon.- Tengo el cuerpo caliente, ¿No me harás compañía si te lo pido Nam?- Dijo haciendo un puchero

Taehyung y Jimin rieron por lo bajo. Su amigo siempre conseguía lo que quería.

Namjoon no lo pensó dos veces y sacó sus prendas para sólo quedar en ropa interior, los demás chicos hicieron lo mismo y de a poco comenzaron a adentrarse a la pequeña laguna.

-¿No irás?- Pregunto el castaño

-Es que...- Jimin estaba muy avergonzado.- No se nadar.- Murmuró.

-¿Y que tiene?- Pregunto a punto de reír, amaba esa faceta tímida de Jimin

-¿Y si me ahogo?- Pregunto mordiendo su labio

-¿Crees que dejaría que algo te pasará?- Jeongguk estaba serio y Jimin realmente no podía con su corazón latiendo tan rápido

Con timidez desabrocho sus bermudas, pero no las bajo, tenía vergüenza de lo que pensaría Jeongguk de su cuerpo, Kai siempre le reprochaba lo que no le gustaba. La grasa en las caderas, la celulitis en sus muslos, una que otra cicatriz, el vello que comenzaba a crecer en cualquier parte de su cuerpo, su pálida piel, entre un montón de cosas. Tenía miedo, si Jeongguk lo viera ya no querría nada con el y Jimin muy en el fondo ya comenzaba a albergar sentimientos por el castaño. De ser así no se recuperaría.

-¿Que sucede Minnie?- Pregunto Jeongguk cuando vio al pequeño ser a su lado temblar.- ¿Tienes frío? El agua está a una temperatura bastante templada.- Dijo sonriéndole.

-No es eso.- Dijo en un susurro

-¿Tienes vergüenza acaso?- Jimin asintió mirando el pasto bajo él mientras doblaba su camiseta con sus pequeñas manos. Jeongguk quería comérselo a besos, le parecía demasiado tierno y le comenzaba a dar diabetes.

-Mírame.- El rubio no le hizo caso, quería irse y hacerse bolita en su cama.- Jimin.- Dijo con tono autoritario.

El mencionado resignado levantó la cabeza. Tenía las mejillas color carmín y un pequeño puchero, Jeongguk no pudo resistirse y tomó su rostro, solo quería acariaciarle.

-No se que es lo que te avergüenza tanto.- Hizo un puchero, su rostro denotaba tristeza.- Pero debes saber una cosa.- El castaño trago y Jimin no podía dejar de observarle.- Eres hermoso y no dejes que la opinión del resto te haga dudar de ti.- Le sonrió y beso su frente.

Jimin sentía que un peso menos, sus cercanos siempre lo alagaban por la belleza que poseía, todos pensaban que era adoptado porque realmente parecía un príncipe pero nunca fue suficiente para Kai, y nunca supo porque, siempre trataba de ser mejor y esforzarse hasta más no poder. Dejando de comer, someterse a ejercicios y dietas extremas, asistiendo a clases de cocina, comprándo montones de maquillaje para tratar de ocultar las mínimas imperfecciones que se le presentaban y aún así nunca fue suficiente, en cambio para Jeongguk era un tesoro inigualable, el ser más perfecto y hermoso que jamás hubiera existido, de a poco se comenzaba a sentir en las nubes, nubes de las cuales no querría bajar nunca.

Con decisión se sacó las prendas, quedando solo en ropa interior. Se giró a ver al más alto y se sorprendió tanto que apareció un pequeño sonrojo, Jeongguk se encontraba con unos pequeños bóxers negros y nada más, su cuerpo denotaba ejercicio y buena alimentación, no tenía ni más ni menos músculos, la altura le hacía juego y sus muslos estaban muy bien denifinidos, se parecían un poco a los suyos pero estos eran más grandes. El chico definitivamente era perfecto en todo sentido.

"El amor es ciego, pero el corazón tiene vista de águila"

Written in the Stars | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora