Eveline
Ya son las siete de la mañana cuando termino de alistarme para ir a Haste Corporation. Me puse una falda entubada y una blusa bordo que tiene un leve escote profundo y muestra mi clavícula.
Mi cabello se encuentra prolijamente alisado y echado hacia atrás. Me dirijo a la cocina, Lucas ya está despierto y Janice planta una humeante taza de café frente a mí cuando tomo asiento.
—Buenos días cariño —saludo a Lucas—. ¿Cómo dormiste?
—Muy bien. ¿Y tú?
—Más que bien.
Desayunamos con tranquilidad y la invito a Janice a sentarse con nosotros. Al principio se niega, pero logro convencerla de que no hay nada malo en ello. Es muy tímida, aunque tiene una personalidad muy amena; es amable y compasiva.
Una vez terminamos, le indico a Lucas que vaya a recoger sus cosas y le doy una mano a Janice para lavar los trastes.—De verdad... No tiene por qué molestarse —dice, apenada.
Le muestro una sonrisa amigable. A veces, siento que mi presencia la pone nerviosa, así que trato de que mantengamos una buena relación. Al fin y al cabo, me parece una buena chica.
—No te preocupes. No me molesta en lo absoluto.
Mueve la cabeza hacia un lado mientras lava los trastes y...
Es en este entonces cuando logro ver en su cuello lo que parece ser un terrible hematoma. Es morado, tiene matices verdes y morados.
Apenas puedo seguir mirando, ya que ella se da cuenta y se cubre con su playera de inmediato.
—¿Quién te hizo eso? —interrogo, no hay respuesta—. Janice, por favor, responde.
Sacude la cabeza.
—No te preocupes. Tan solo un leve golpe, nada grave.
¿Quién se provoca a sí mismo un hematoma de ese tipo en el cuello? Debió de haber sido una caída estrepitosa y dudo mucho de esa hipótesis.
—Sé que no nos conocemos mucho. Solo ten en cuenta que puedes confiar en mí para lo que sea.
Puedo notar el pánico reflejado en sus ojos. Abre la boca para hablar y...
—¡Mami, ya recogí todas mis pertenencias!
La voz de Lucas interrumpe nuestra conversación y no me queda de otra que finalizarla. Ambos saludamos a Janice, le dedico una mirada reconfortante antes de marcharnos.
En el trayecto para llevar a Lucas a la escuela, me quedo pensando en Janice. Ese hematoma en su cuello... ¿Acaso está con alguien que le hace daño? De ser así, mis ganas de ayudarla son enormes.
Siempre que puedo me gusta echarle una mano a todos.
Nunca está de más ser una buena persona, al fin y al cabo, en esta vida todo vuelve. Y todos morimos sin nada; somos iguales.
Una vez dejo a Lucas en la escuela, emprendo viaje hacia Haste Corporation, ahora pisando el acelerador para llegar lo más rápido que pueda.
Al entrar en la recepción, tomo el ascensor que me lleva a la última planta y cuando las puertas se abren, avanzo por el corredor, en donde Gillian se me atraviesa en el camino.
—Hey.
—Hola Gillian —la saludo—. ¿Todo en orden?
—Todo en orden —afirma antes de extenderme una taza de café—. Ten.
—Gracias.
La acción me hace sonreír.
»Por cierto, ¿el señor Haste se encuentra en el edificio?
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Todo Por Mi Hijo
Любовные романыDUOLOGÍA TORMENTO - LIBRO I El dolor, la pena y la pérdida fueron inminentes protagonistas en la vida de Eveline Morrison durante años en los que sufrió al ser repudiada por las personas que más amó; su familia. Sin embargo, siguió adelante con su v...