Eveline
Es el inicio de la nueva semana; un lunes por la noche. Lucas está en su habitación durmiendo al igual que Janice mientras que Carla y yo hablamos en la cocina bebiendo nuestras tazas de café.
Desde que llegó tiene esa expresión en su rostro que reconozco y estoy segura de que ha visto a Josh.
Lo presiento.
—¿No hay nada que sientas que quieres decirme? —interrogo.
Juega con el mango de su taza, se muestra indiferente.
—No, ¿ocurre algo?
Evade mi mirada.
—Viste a Josh.
No es una pregunta, aunque tampoco suena del todo como una afirmación.
—¿Qué...?
—¿Viste a Josh?
Esta vez lo pregunto y evade mi mirada nuevamente, el calor se apodera de sus mejillas.
—Eveline...
No puede hablar en serio. Hago un ademán para levantarme de mi lugar y me lo impide, apoyando su mando sobre la mía.
»Por favor, escúchame...
—¿Escucharte? Carla, es lo que hago todo el tiempo. Te doy consejos y no los tomas, sólo buscas a un hombre que te hiere constantemente.
Traga saliva.
—No es así.
—¿Lo ves? —digo—. Estás negada a aceptarlo y si sigues así, te pondrás en riesgo a ti misma y a tu bebé. Estoy dispuesta a ayudarte, brindarte mi apoyo, pero si tú no colaboras esto será imposible.
—Ya te dije que no puedo denunciarlo.
—Entonces valórate de una vez y aléjate de él —suelto.
—¿Disculpa?
Cierro los ojos durante un par de segundos. Por la expresión en su rostro, sé que la herí y me arrepiento de haber sido tan perspicaz cuando ni yo misma puedo seguir mis propios consejos. Pero no viene al caso, nuestras situaciones son diferentes y a mí William nunca me ha golpeado.
«Jamás lo haría».
—Carla...
Se le llenan los ojos de lágrimas.
—Lo siento. No quise que sonara de esa manera. —La miro fijo—. Pero debes alejarte de él, tienes que darte cuenta del riesgo de la situación. Josh te golpeó, no puedes no hacer nada al respecto.
—Déjame pensarlo, ¿si? Necesito tiempo.
—Piensa lo que quieras, pero aléjate de él —digo—. Y no me digas que no te lo advertí si la situación vuelve a repetirse.
Nos quedamos en silencio y le doy un largo sorbo a mi taza de café. Creo que hasta ahora nunca me había sentido tan abatida. Entre los chequeos mensuales de Lucas, Carla, Josh, William y el show de Camille... Me siento muy cansada. Los medios no dejan de hablar al respecto, incluso hay rumores de que soy la tercera en discordia en el "noviazgo" de William y Camille. Ya he leído algunos comentarios y me han llamado puta, rompe hogares, zorra y cosas peores.
Detesto ser el centro de atención por algo que es mentira, porque Camille y William nunca estuvieron en una relación. Él me lo dijo y sé que no mentía.
—Lo siento —la voz de Carla me saca de mis pensamientos—. Tienes razón; me estoy dejando llevar actuando de forma inmadura y no escucho ninguno de tus consejos.
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Todo Por Mi Hijo
RomantikDUOLOGÍA TORMENTO - LIBRO I El dolor, la pena y la pérdida fueron inminentes protagonistas en la vida de Eveline Morrison durante años en los que sufrió al ser repudiada por las personas que más amó; su familia. Sin embargo, siguió adelante con su v...