Eveline
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero tengo la certeza de que la esperanza cada vez se desvanece más. Tengo la culpa incrustada en el pecho desde que vi a Ray morir frente a mis ojos.
Los azotes de Jackson aún me duelen pese a que el grupo de mujeres que usualmente entra a mi habitación trajo un botiquín y sanaron mis heridas. Lloré durante toda la noche al ver las marcas frente al espejo. Ahora cicatrizaron un poco, pero son horribles.
Me está quitando cada pedazo de mí, no sé cuánto más podré resistir. Solo me queda una sola cosa que no va a quitarme... Me toco el vientre mientras observo mi reflejo frente al espejo.
Solo somos nosotros.
Se me llenan los ojos de lágrimas de nuevo cuando la idea de que me quedaré aquí para siempre empieza a sonar cada vez más convincente en mi cabeza.
Si no tengo opción más que quedarme aquí, entonces prefiero morir dignamente antes que pasar un solo segundo más en agonía.
He estado deseando con todas mis fuerzas que Marcus se haya comunicado con William, pero parece no haber sido así porque no veo a nadie en mi rescate o... Tal vez se lo dijo pero no le importó. Él cree que soy una traidora. Una lágrima me recorre la mejilla. No soporto más esta situación.
Jackson me toca cuando quiere, Nick no deja de mirarme inapropiadamente cada vez que me lo atravieso en el camino, sus miradas me provocan escalofríos y tampoco puedo conciliar el sueño. Las noches son los momentos en los que más estoy en alerta. Temo a que Jackson ingrese a mi habitación y... Temo que toda la secuencia vuelva a repetirse.
Mi cansancio es enorme, tengo unas ojeras muy notorias y me siento muy fatigada. Tal vez parte de estos efectos sean por mi reciente anemia también, pero al menos puedo decir que ceno todas las noches y en las mañanas me traen el desayuno a la habitación.
Ray está muerto por mi culpa, al grupo de mujeres que entra normalmente a mi habitación para alistarme o traerme la comida no es como si les importara mucho mi deplorable situación y no tengo a nadie en quién contar. Aun conservo la navaja que me ha dado Ray, está debajo de mi almohada. Me pregunto si realmente me servirá de algo, debo ser inteligente a la hora de utilizarla, porque la fuerza de Jackson es incomparable contra la mía.
Estoy perdida. El tiempo aquí es desconocido para mí, no sé qué hora es, qué día o cuántas semanas han pasado desde que llegué aquí. Aquello es lo que me aterra, que el tiempo siga transcurriendo como si nada mientras que yo me quedo estancada y me pudro en esta mansión que es el infierno en la tierra.
Lucas... Pienso en él todo el tiempo hasta acabar bañada en lágrimas. La peor de las torturas va a ser no volver a verlo.
La puerta de mi habitación se abre, el mismo grupo de mujeres vuelve a entrar. El ciclo se repite; me duchan, me obligan a sentarme frente al tocador, me arreglan el cabello y empiezan a maquillarme.
Ya no sé si tratar de hablarles o simplemente abstenerme a callarme.
Cubren los golpes en mi mejilla, me colocan rímel, rubor y brillo labial.
—¿No pueden hacer nada por ayudarme? —interrogo.
Ninguna responde.
Terminan de maquillarme y me obligan a ponerme de pie para colocarme otro vestido hecho a la medida. Es de color verde esmeralda. Me pregunto si es Jackson quién los escoge. Son demasiado reveladores.
Me paro frente al espejo mientras me ajustan el corsé y me permito observar mi reflejo frente al espejo; me han ondulado el cabello. No siento nada más que asco al verme. Los moretones en mis brazos son notorios, simplemente me recuerdan los golpes, que me tocaron en contra de mi voluntad y haga lo que haga, jamás podré quitarme la marca de sus manos sobre mi cuerpo. No importa cuántas duchas tome, o me cambie de ropa, sigo estando manchada, perpetrada por el paso de la violencia sobre mi cuerpo.
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Todo Por Mi Hijo
RomansaDUOLOGÍA TORMENTO - LIBRO I El dolor, la pena y la pérdida fueron inminentes protagonistas en la vida de Eveline Morrison durante años en los que sufrió al ser repudiada por las personas que más amó; su familia. Sin embargo, siguió adelante con su v...