Sobre ya viene el bebé pt.3, inseguridades y preocupaciones por doquier.

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Un bufido se escapó de sus labios, logrando que uno de sus mechones castaños de levantara en su frente. Su vista se encontraba fija en dirección al lindo bolso color menta que descansaba desde hacia ya un mes sobre la silla que había junto a la puerta de su habitación.

Como le gustaba ser precavido y ordenado con todo, se había dado el trabajo de organizar el bolso del bebé con un mes de antelación. Dentro estaba todo lo necesario, desde ropa a pañales, para cuando fuera el día del parto.


Lo hizo todo con antelación para que no lo tomara desprevenido como le pasó con sus dos hijos mayores, a quienes se les antojó nacer antes de la fecha prevista.

Sin embargo, ya habían pasado las respectivas cuatro semanas desde ese día. Semanas que pasó en un completo estado de alerta por si al bebé se le ocurría hacer su gran aparición. Pero nada sucedió. Hoy cumplía exactamente la semana cuarenta de su embarazo y no ha tenido ni rastro de si quiera algunas contracciones frecuentes.

KiHyun frunció su ceño a más no poder, sus manos posadas sobre su vientre ya bastante crecido. Se sentía impaciente y no le ayudaba en nada que cierto conejito le preguntara cada dos segundos sobre cuanto faltaba para que el bebé naciera. Es por esto mismo que apenas sintió unos pequeños pasitos en la habitación, cerró los ojos y contó hasta diez.

-HoSeokkie, ya te dije que el bebé va a nacer cuando le venga en gana.- Se volteó con las manos en su cadera y bajó su vista hacia el suelo. Sin embargo, no se encontró con los ojitos impacientes de su primogénito, si no que con los brillantes de MinHyuk.- Oh, no eras HoSeokkie. ¿Qué pasa Minmonggie?

El niño estiró sus bracitos hacia su mami para que le cargara, logrando que KiHyun, con mucho esfuerzo, lo hiciera.

-Mami, ¿Me vas a seguid quediendo?- El mayor abrió sus ojos notablemente al procesar la pregunta de su pequeño hijo. Por un momento quedó en blanco, demasiado atónito como para responder de inmediato. Y es que no se esperaba que el rayito de sol que tenía de hijo le hiciera tal pregunta. Siempre esperó que HoSeok fuera el que estuviera algo celoso de sus hermanos, pero demostró todo lo contrario y hasta les exigió un nuevo hermano. Nunca se imaginó que por la cabecita de MinHyuk rondaran esas inseguridades.

Al ver que su mami no le respondía, bajó su mirada y un puchero se formó en sus labios. Estaba dispuesto a bajar del regazo de su mami y salir corriendo en busca de su cachorro de peluche. Pero KiHyun por fin reaccionó y alcanzó a reafirmar su agarre en el cuerpo del menor.

Como su vientre de nueve meses no le dejaba cargarlo correctamente y evitar que se escabullera, se acercó a su cama matrimonial y lo sentó allí. Tuvo que sentarse rápidamente junto a el para que este no huyera. El niño se había acostado en la cama y había tapado sus ojitos con sus manitos, siendo sujetado por las piernas.

-MinHyukkie, ¿Cómo puedes pensar que ya no te querré?- Intentó descubrir su rostro, pero este se rehusó. KiHyun entonces se dedicó a acariciar su pancita sobre su ropa.- ¿Es por el bebé?- El cachorro asintió, dejando escapar un suave jadeo.- Mi vida, yo nunca te dejaré de querer. Eres mi rayito de sol, mis días serían tan tristes sin ti. ¿Lo entiendes, cachorrito? Minmonggie, mamá siempre te va a amar.- El niño dejó que sus ojitos llorosos se asomaran por entre sus dedos, viendo el rostro de su mami con esa expresión cálida y llena de cariño que solo el podía darle. Su puchero se incrementó, pero esta vez extendió sus manitos hacia su mami para recibir un fuerte abrazo. Solo ahí solto el llanto que tenía guardado, ahí, acurrucado en el cuello de su mami.

Papi Oso & Mami Ki. × ShowKi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora