Papi Oso & Mami Ki. × ShowKi.

Sobre pintura, pizza y un chupón sorpresa.

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La campana sonó en el colorido jardín infantil, generando un agitado murmullo en los pequeños niños de todo el lugar.

El lindo conejito, se cohibió, algo asustado del ensordecedor sonido. Pero Wendy se encargó de tomar su manito y darle un suave apretón para calmarlo. JiSoo de igual forma le sonrió con ternura.

-Buenos días, mis pequeños niños.- Una chica de largos cabellos rubios platinados y algo ondulados les saludó desde el frente del salón. Esta vestía un colorido delantal, indicando que era la maestra de esa clase. HoSeok pensó de inmediato en la brillante sonrisa que esta tenía.

-Ella es nuestra maestra, Seokkie. Su nombre es Kim YongSun, pero nos deja decirle maestra Solar.- Su querida amiga se acercó a el para susurrarle bajito y así no interrumpir a la mayor.

-Ella es muy buena con nosotros, siempre nos da stickers con forma de estrellas.- JiSoo levantó su pulgar en forma de aprobación, sin despegar sus ojos de la rubia.

-¿Pero por qué Solar?- HoSeok cuestionó bastante intrigado por el apodo que le sonaba más parecido al sol.

- Porque su hija siempre la está llamando así aquí, al parecer es un apodo que le tiene junto a su otra mami.- Wendy murmuró nuevamente con una sonrisita en sus labios.

-¿Su hija está aquí?

-Sipi. ¿Ves a la niña con trencitas que está en la mesa junto al escritorio de la maestra? Ella es WheeIn, su hija.

HoSeok llevó sus ojitos curiosos hacia la pequeña niña que se sentaba en una de las tantas mesas redondas junto a otros niños. La pequeña poseía unos lindos ojitos afilados y con su peinado se veía demasiado adorable.

-Es bastante tranquila, aunque siempre la maestra la regaña por decirle mami en vez de maestra. Una vez la invitamos a jugar con nosotros, pero salió corriendo. Creo que Wendy la intimidó o algo así.

-Eso es mentira, ella solo salió corriendo de la nada.- La pequeña se cruzó de brazos mirando con el ceño fruncido a JiSoo, quien solo le sonrió por lo adorable que se veía enfadada.

-Como les decía, hoy se integra un nuevo amiguito a nuestro salón.- La mujer dirigió sus ojos cálidos directamente hacia el pequeño conejito, quien se cohibió un poco al sentir la mirada de todos los niños sobre él.- Ven aquí adelante, cariño.

-Tienes que ir, Seokkie. No va a pasar nada, es para que digas tu nombre.- Su amigo lo animó, dándole un empujoncito para que caminara hacia el frente del salón donde Solar le esperaba.

- Dinos tu nombre, pequeño.

-HoSeok.- Murmuró bajito, sus manitos jugaban entre si algo nervioso. La maestra se acuclilló frente a el al notar su clara incomodidad. Tomó una de sus manitos y le dio un ligero apretón.

-Tranquilo, cariño. Aquí todos somos amigos, no tienes que estar nervioso. Así que dinos tu bello nombre.- Con su mano libre acarició sus cabellos, logrando que una sonrisita adorable se formara en los labios del infante.

-Mi nombre es Son HoSeok y me gustan mucho los conejitos.- Habló en voz alta, teniendo una resplandeciente sonrisa que causó ternura en los demás y fascinación en cierta personita. Solar también estaba encantada con el pequeño niño de cinco años.

-Muy bien, Seokkie. Ten una estrellita por ser tan valiente y adorable.- La mayor sacó una pegatina de su escritorio con forma de estrella para poder pegarla en el dorso de la manito del niño.

-¡Muchas gracias!- Agradeció mirando admirado la linda pegatina en su manito.

-Muy bien. Sean amigables con el, niños. Ahora puedes ir a tu asiento, Seokkie.- Palmeo su cabecita para por fin verlo ir a su asiento dando saltitos. - Hoy vamos a trabajar con pintura, por lo que se les va a repartir delantales y hojas en blanco.