Sobre hablar, intimidad y hagámoslo.

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Bonus💗


El cielo se encontraba cubierto con gruesas nubes que daban la sensación de que nuevamente descargarían nieve sobre toda la ciudad y sin embargo, continuaban pacíficas arriba de sus cabezas. 

Solo cuando dejaron de divisar el automóvil de los padres del menor se dispusieron a volver a la calidez de su preciado hogar, aquella infraestructura que combinaba sus aromas de una forma especial y encantadora, simplemente era su espacio, su familia.

KiHyun dio vuelta sobre sus talones y se adentró a la casa con pasos rápidos, quitándose despreocupadamente el calzado en la entrada y volviendo a sus cómodas pantuflas. Comenzó a cantar el estribillo de una canción del momento muy suavemente, mientras daba saltos por el extenso pasillo al ritmo de su voz. 

HyunWoo le veía con ternura, el amor que sentía hacia el recorriendo cada parte de su cuerpo. Se veía pequeño con su pijama puesta y dando saltos, parecía un niño, pudo ver reflejados a sus hijos en él. Esa mañana se había levantado con humor especialmente feliz.

No se pudo contener, le fue inevitable. Fue tras de él antes de que llegara a su destino, su habitación matrimonial. El deslizó sus manos por su espalda y tras sus rodillas para cargarlo al estilo nupcial. El menor soltó una sonora risa de sorpresa, enredando de inmediato sus brazos alrededor del cuello de su esposo. Ahora ambos caminaban hacia su habitación entre risas y pequeños besos.

El más bajo fue depositado con suma delicadeza sobre las mantas desordenadas. HyunWoo se inclinó hacia el para unir sus labios en un lento beso. El contrario le correspondió de inmediato, moviendo sus labios al compás del mayor. Era una caricia dulce, sin prisas.

El más alto estaba comenzando a subirse a la cama y buscar un lugar entre las piernas ajenas cuando el castaño detuvo el beso suavemente. Dejó un corto beso en los labios abultados de su esposo antes de sonreírle y alejarse.

HyunWoo lo vio con un suave sonrojo en sus mejillas mientras buscaba un lugar entre las mantas.

El moreno se sentía aturdido por la actitud de su esposo. Llevaban algún tiempo de esa forma, KiHyun alejándose de el cuando los besos y las caricias se comenzaban a volver mucho más intensas. El simplemente le sonreía suavemente y se retiraba. HyunWoo no le cuestionó nada ni mucho menos lo obligó cuando era evidente que no quería continuar, el respetaba a su esposo y sus decisiones. Le dio su espacio como correspondía y era completamente feliz con los pequeños besos que compartían, el amaba demasiado a KiHyun como para sentirse lleno con apenas un roce o un te amo salir de sus labios.

Sin embargo, la situación le estaba empezando a preocupar un poco, puesto que su esposo nunca se había comportado así, tan distante y reacio a más caricias. No quería incomodarlo, pero sentía que era algo que debían hablar, la comunicación es vital para una relación, y que mejor que ahora cuando sus hijos no estaban saltando por toda la casa.

Decidido, se metió bajo las mantas junto al menor, este ya estaba acurrucado bajo las sábanas, estaba cubierto hasta la nariz. Se veía adorable a ojos del mayor.

Se acercó más a su cuerpo y se mantuvo acostado de lado para verle atentamente, su rostro apoyado en su palma. Se detuvo a observar en silencio sus hermosas facciones, amando en demasía ese sonrojo en sus abultadas mejillas, sus pestañas batiéndose en un suave vaivén, sus labios rosas y su hermosa nariz que parecía haber sido tallada cuidadosamente. Su cabello castaño estaba algo largo y lacio sobre su cabeza, no lo había vuelto a tinturar hace un buen tiempo por lo que ya podía divisar su color natural en las raíces.

Llevó una de sus manos a sus mejillas para acariciarlas lentamente, sin ninguna otra intención que el menor pudiera malinterpretar y provocar que se alejara. KiHyun recibió sin chistar la caricia, recargando su rostro en el toque gentil de su esposo.

Papi Oso & Mami Ki. × ShowKi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora