29

12.8K 796 54
                                    

29.

—Entonces, ¿irás a la casa de tu hermano?

Observo mi closet de arriba hacia abajo, buscando un bonito vestido para ponerme. No soy ese tipo de chicas que hace eso y dice que no tiene nada, cuando en realidad tienen muchísima ropa. Puedo controlarme fácilmente a la hora de manejar mi dinero, pero no cuando se trata de ropa, y mucho menos de vestidos. Por mi trabajo, necesito tener una gran variación de vestimentas adecuadas para los diferentes tipos de reuniones. Así que si, me gusta comprar ropa. Entonces, el no tener qué ponerme no es el problema.

El problema es que quiero lucir bonita esta noche. Quiero ponerme algún vestido que resalte mi figura, pero que al mismo tiempo sea lo suficiente conservador, para que James lo note. Y tal vez, de esa manera, pueda convencerlo para que esta noche venga conmigo.

—¡Si!—grito para que pueda oírme. Hago un mini baile cuando encuentro uno color azul marino que me regaló Cassie el año pasado para mi cumpleaños. Una vez ya cambiada, salgo del closet con un par de zapatos colgando de mis dedos. Sonrío cuando encuentro a James frente al espejo luchando con su corbata, así que, como siempre hago, me acerco a él y lo ayudo, enfocando mi mirada en mis manos para evitar la suya.

—¿Lo hiciste apropósito?

Frunzo el ceño y miro sus ojos celestes cuando termino.—¿El qué?

Toca el material de mi vestido, y luego descansa su mano en mi cintura.—Combinar el color.

Es ahí cuando noto que su corbata es azul marino también, y no puedo evitar sonreír porque no, no lo hice a propósito y él lo sabe porque estuve encerrada en mi closet por varios minutos. Así que simplemente ruedo los ojos, aún con un sonrisa en mi rostro, y acomodo su corbata por última vez.

—Te ves muy hermosa.—dice, y casi me golpeo a mí misma al sentir mis mejillas enrojecer, como si fuera una adolescente recibiendo cumplidos del chico más popular del colegio por primera vez.

—Gracias, ¿estás seguro que no quieres venir conmigo?—le pregunto, y puede que haya usado esa táctica que utiliza Elliot para conseguir lo que quiere.

James se ríe.—Seguro, ¿y tú?

Asiento con la cabeza.—Afirmativo.

—De acuerdo, entonces.—dice finalmente, inclinando su cabeza para apoyar sus labios sobre los míos e, inconscientemente, levanto mis brazos para entrelazarlos detrás de su cabeza.

Han pasado solo tres días desde la vez que tuvimos relaciones, y no ha pasado nada más desde entonces. Pero, como su hermana y su hijo están quedándose con nosotros, no tenemos mucho tiempo para estar a solas y charlar sobre lo que ocurrió. Harlow tampoco mencionó algo sobre James y yo después de que Hardin me llamara por teléfono interrumpiendo nuestra charla, se lo agradecí mentalmente, porque si no hubiera llamado, probablemente le hubiera dicho la verdad a Harlow, y ahora mismo, no creo que eso sea una buena idea. No cuando, por lo que James mencionó, está teniendo reuniones con su padre para hablar del futuro de la empresa. Cualquier paso en falso podría cambiar todo eso. Pero todo eso no quiere decir que no han habido besos. Porque si los hay, muchos de esos y no me van a ver quejándome al respecto. Ya voy a tener otro momento para preocuparme.

—¡Tío James, mira!—otra razón por la cual no tenemos privacidad: Elliot todavía no aprendió a tocar antes de entrar.—¡Me parezco a ti!—Ambos nos separamos y observamos al pequeño caminar hacia nosotros, señalando la pequeña corbata colgando de su cuello. No puedo evitar sonreír, porque definitivamente es una pequeña versión de su tío. Harlow y James son muy parecidos físicamente, por lo que creo que salieron a su madre, porque Violet, a diferencia de sus hermanos, es igual a Andrew Miller. James alza su mano en el aire, por lo que Elliot salta y choca los cinco con él.—Tía Keir, ¿vendrás con nosotros?—dos hermosos pares de ojos color celeste miran en mi dirección, esperando una respuesta. Y, por más que estos dos hombres Miller sean lo suficientemente apuestos y tiernos como para hacerme cambiar de opinión, me mantengo firme en mi respuesta. No hay manera de que pase Acción de Gracias junto a Andrew Miller.

Hasta que el contrato nos separe. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora