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Observo a James atentamente, mientras las palabras "estoy embarazada" salen de mis labios. Su mirada sigue fija en la prueba de embarazo y en la ecografias que ahora se encuentran en sus manos. No reacciona. Ni siquiera se mueve, y me tengo que preguntar si escuchó lo que acabo de decirle. Pero sé que lo hizo, y lo más probable es que esté asimilándolo todo. O tal vez está pensando cómo hacer para decirme que me vaya de su casa sin que suene tan mal.

No estaba en mi mejor momento cuando James me encontró. Pero la visita de su padre me aterró, y me hizo pensar en que si no fuera por él, no existiría ninguna condición para que James pudiera heredar su empresa. Tal vez, James y yo no estaríamos casados pero seríamos buenos amigos. Pero obviamente nada de eso sucedió.

Y pensar que tal vez le estaba diciendo a James sobre mi embarazo me daba ansiedad. Así que fui hacia mi habitación y miré por largos minutos toda mi ropa, decidiendo entre armar las valijas y salir de aquí para ahorrarme la humillación, o tal vez tentar a la suerte y esperar a que James salga de su oficina. Pero las emociones fueron mucho más fuertes, y cuando me di cuenta, estaba en el suelo llorando, deseando, por primera vez después de tantos años, que mis padres estuvieran aquí. Probablemente mi madre tendría un gran consejo para darme.

Suelto un gran suspiro y vuelvo la mirada a James cuando escucho un pequeño ruido. ¿Soltó una carcajada? No tengo tiempo a preguntarle, porque rápidamente comienza a reír tan fuerte que tiene que tomarse el estomago. Jamás lo he visto reírse de esa manera, y no estoy segura de estar contenta o confundida. ¿Por qué demonios se estaría riendo? ¿Piensa que estoy haciéndole una broma?

Por un momento recuerdo la primera vez que nos conocimos. Cuando él me propuso matrimonio actúe exactamente de la misma manera, creyendo que era todo un mal chiste, o que tal vez el mejor amigo de mi hermano estaba demente. Lamentablemente -y por suerte- no fue ninguna de esas. James hablaba completamente en serio.

Y espero que él entienda lo seria que estoy siendo en este momento.

-¿James?-murmuro en voz baja, un poco preocupada de cómo puede terminar esta conversación.

Él intenta parar de reírse, pero no lo ayuda mucho.-Yo... Lo siento...-suelta un fuerte suspiro para calmarse.-Es... No es gracioso. Lo siento.-se ríe un poco.-¿Cuándo lo descubriste?-mira por un momento la prueba de embarazo antes de entregármela.

-Hace un mes aproximadamente.-admito.

Eso le sorprende.-¿Y por qué no me lo dijiste?

¿Qué? Tal vez porque mencionaste que sólo era diversión y que querías que las cosas se mantuvieran de la misma manera. O porque la simple idea de un niño te aterraba.

Pero no le digo eso. -Las cosas iban bien, no quería arruinarlo.-me encojo de hombros.-No me embaracé a propósito, lo juro. Sé que no querías niños y yo tampoco tenía planeado esto, pero...-levanto los brazos en el aire.-La realidad es otra. Y voy a tener al bebé James, con o sin ti. No... No tenía planeado decírtelo pronto, y tampoco espero que te hagas cargo. Pero creo que necesitabas saberlo, porque no puedo tomar la decisión de irme sin decírtelo, porque esto no se trata de mi... O de ti. Sino del bebé, y lo que será mejor para él o ella.

Él me observa fijamente antes de decir:-¿No ibas a decírmelo?

-James, no querías tener hijos. Y mencionaste que querías que esto se mantuviera así. Por supuesto que dudé en decírtelo o no.

Frunce el ceño.-Entonces, ¿qué? ¿Ibas a irte y ya?

Ruedo los ojos.-¿En serio vas a molestarte por eso? Ponte en mi lugar, James.

Hasta que el contrato nos separe. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora