40

13.6K 731 37
                                    

40.

Termino de hacerle un par de ondas a mi cabello antes de salir de la habitación. Sé que probablemente James esté esperándome para hacerle el nudo a su corbata y, efectivamente, mientras camino hacia él, es lo que está haciendo. Levanta la cabeza luego de terminar de ponerse los zapatos de vestir y cuando su mirada se encuentra con la mía, se queda unos minutos observándome intensamente, tanto que tengo que apartar la mirada un poco. No sabía que ponerme para este día; su padre estaba organizando una fiesta para celebrar el embarazo. ¡Qué sorpresa! (Nótese el sarcasmo). Y nunca sé cómo vestir en estas ocasiones. Así que decidí comprarme un vestido color rosa pastel, porque bueno, es una niña, con margas cortas con bolados, cayendo sobre mis hombros, dejando solo un pequeño escote. No es un vestido ajustado, pero como no es ropa maternal, a mí me abraza todos los lugares necesarios. Incluso se me nota la pequeña pancita que me ha estado creciendo en las últimas semanas.

—Estas hermosa.—dice mirándome desde arriba. Como no estoy muy acostumbrada a usar zapatos altos, y solo los uso para el trabajo, decidí ponerme unos zapatos platos con un pequeño taco. Después de todo, tengo la excusa de que estoy embarazada y mis pies están hinchados—no lo están todavía, pero nadie tiene por qué saber eso.

—Gracias.—le digo, terminando de acomodar su corbata. Mentalmente me aplaudo a mí misma por la elección del vestido, agradecida de que realmente le guste como me queda. James coloca sus manos en mi cintura, sus pulgares acariciando mi estómago. Se inclina rápidamente, capturando mis labios en los suyos. Y no es un pequeño beso como el que solemos darnos últimamente, esto realmente es un beso. Desliza rápidamente sus manos más cerca para rodear la parte posterior de mi cuello, para mantenerme firme contra él.

James muerde levemente mi labio inferior, antes de usar su lengua para invadir mi boca. Y puedo sentirlo justo en todo mi cuerpo; pidiéndome más de él, de su toque y de sus labios.

Besar a James siempre era muchísimo mejor que la última vez.

Una de sus manos baja hasta mi muslo, levantando lentamente mi vestido para encontrarse con mi ropa interior, que hace a un lado sin pensarlo dos veces antes de introducir dos dedos dentro de mi.

—Te encuentras tan mojada, cariño.—murmura sobre mis labios antes de darle un pequeño tirón. Y no sé si es porque hace varios días que no tengo un orgasmo, o porque desde que estoy embarazada mis hormonas han aumentado indudablemente, pero cuando su pulgar hace presión sobre mi clítoris mientras sus dedos siguen trabajando dentro de ir, encuentro mi liberación, soltando un fuerte gemido sin importarme lo ruidosa que fui.

James deja un casto beso sobre mis labios mientras aleja su toque de mi, acomodando mis prendas en su lugar. Luego lleva sus dedos a sus labios, y no puedo evitar pensar lo sensual que se ve en este mismo momento. Me acerco a él rápidamente, mis manos a punto de trabajar en quitar sus pantalones, pero me detiene.

—Vamos a llegar tarde.—me dice, todavía con una sonrisa en su rostro. Me encojo de hombros, porque poco me importa esta fiesta; todas las personas que merecían enterarse de la noticia, ya lo saben.—Tendremos tiempo para lo que sea que necesites, después.—vuelve a besarme antes de darse la vuelta.

—Así que, ¿simplemente vas a dejar a tu hormonal esposa embarazada?—le digo, colocando mis brazos sobre mi cintura. James me observa atentamente, antes de mirar mi estómago.

Luego de unos largos segundos me dice—No creo que sea seguro para el bebé.

Lo juro, intento no reírme en su cara.—James,—le digo, acercándome un poco a él.—Créeme, es seguro. Acabas de estar allí y mira, ella sigue aquí.—señalo mi estómago.

Hasta que el contrato nos separe. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora