Hasta que el contrato nos separe. ©

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Cuando todos terminan de aplaudir a nuestro alrededor, y Andrew Miller se marcha de nuestro lado, vuelvo a estar más calmada. Pero no lo suficiente. Porque definitivamente no me esperaba las palabras que acabo de escuchar. No tengo idea de dónde nos deja eso a James y a mí ahora; quiero decir, dijo que se ocuparía del bebé, pero ahora que ya no teníamos que fingir más, ¿todavía va a decidir quedarse?

Se quisiera formar parte de la vida de nuestra hija no significaba que teníamos que estar juntos en el proceso. La única razón por la que todavía vivíamos juntos y seguíamos casados, era porque James no había conseguido lo que él más quería en el mundo: la empresa. Pero ahora que la tiene, ¿qué va a pasar?

No puedo preguntarle, porque justo en ese momento escucho que alguien llama a mi nombre, y sonrío ampliamente cuando veo a mi mejor amiga caminar hacia mi.

—Hola, sexy mama.—me dice, utilizando su nuevo apodo hacia mi, mientras me envuelve en un abrazo.—Hola, James. Te la robaré por un momento.—dice, tomándome de la mano para llevarme hacia el baño de damas. Se fija que no haya nadie en el lugar antes de voltearse y mirarme.—¿Qué fue eso? ¿Lo sabías?

Me encojo de hombros y luego niego con la cabeza.—La verdad, es que no. ¿Por qué no me lo diría? Quiero decir, nos involucra a ambos esto.

Mi amiga se queda callada por unos minutos, jugando con el anillo en su dedo. Probablemente pensando en la situación.—¿Crees que...? Ya sabes, ¿ese será el fin?

Sé de lo que habla. El fin de nuestro matrimonio falso.—No lo sé, Cassie. Necesito hablar con él pero no creo que este sea el mejor lugar. Pero tampoco quiero llegar a la casa para luego irme.

—¿Quieres que invente que en mi casa hay un ataque de cucarachas y preguntarle si puedo pasar la noche con ustedes? Podremos irnos cuando quieras, lo juro.

Aunque la idea suene tentadora, voy a tener que rechazarla. Tengo que hacer esto por mi cuenta. Después de todo, yo misma me involucré de esta manera, y tengo que hacerme cargo de ello.

—Si me preguntas, no creo que este sea el fin. No lo conozco pero, se lo ve diferente, ¿no es así?

Asiento con la cabeza, porque desde que se enteró del embarazo ha estado más atento, cuidadoso y cariñoso conmigo. Y por supuesto, no me he quejado de eso. Se siente bien recibir ese tipo de atención de la persona que amas.

—Pero, ¿qué si lo fingió? Después de todo, es lo que hacemos.—Fingimos, o al menos él lo hace.

Cassie sonríe un poco y se acerca para llevarme en un corto abrazo.—Vas a estar bien. Ambas.—dice antes de separarse de mí para ir a la puerta. Pero le hago una seña para que me espere un minuto, necesito ir al baño.

***

Me acerco a James cuando lo encuentro hablando con un par de personas. Pasé los siguientes treinta minutos después del discurso hablando con Cassie de los próximos meses del embarazo, y ella mencionó que probablemente debería hacer un baby shower; si soy honesta, la idea no me emocionaba demasiado, dado que solo éramos Cassie y yo, luego no conocía a nadie más. Tal vez Violet y Harlow, pero dudaba que volaran desde donde sea que estén hasta San Francisco solo por un día. Pero lo dejé pasar, al menos por ahora.

—¿James?—Él se da la vuelta, y cuando la mirada de las personas junto a él se posan en mi los saludo.—Hola, ¿puedo robárselo por un momento?

—Por supuesto.—me dicen antes de marcharse. Cuando la atención de James está completamente en mi le sonrío.

—¿Crees que podamos escaparnos por unos minutos sin que nadie lo note?