Hasta que el contrato nos separe. ©

32

LA HISTORIA FINALMENTE SE ENCUENTRA PARTICIPANDO DE LOS PREMIOS WATTY 2019!!

32.

—¿Sabes?—dice James acariciando mi cabello.

Levanto la cabeza de su pecho para observarlo. Se encuentra mirando hacia un punto en la habitación y, como siempre, lo hace cuando está pensando en algo que le preocupa o cuando es realmente serio. Algo me dice que es una mezcla de ambas. Así que me quedo en silencio, esperando a que acomode sus pensamientos y hable.

Luego de la pesadilla, cuando logré tranquilizarme lo suficiente, me tomó el rostro entre sus manos y me dio un pequeño beso en los labios antes de decirme que regresemos a dormir. Fue evidente que ninguno de los dos logró hacerlo. Así que nos quedamos en silencio, yo pensando en cuál fue la razón para que mis pesadillas volvieran, no porque tenía que haber una, sino porque había pasado mucho tiempo desde que las tuve.

La única que sabe de ellas es Cassie, debido a aquellas noches en las que me quedaba a dormir en su casa. Estábamos en la misma habitación, así que era inevitable no darse cuenta. En cambio, mi hermano no tenía idea de ellas. El que nuestras habitaciones estén a una buena distancia ayudó bastante durante todo el tiempo que estuve viviendo con él. Mi amiga se preocupó durante muchísimo tiempo por mí y, también, porque me negué a recibir ayuda terapéutica. No necesitaba ayuda debido a mis pesadillas, ellas simplemente iban y venían. Y, si bien me despertaba asustada, me había acostumbrado. No quiero que James piense que estoy loca o que necesito algún tipo de ayuda, tampoco quiero que se preocupe por esto. Estoy a punto de decírselo, cuando finalmente habla.

—Solía tener pesadillas, también.—admite, todavía sin mirarme. Pero su confesión me sorprende, y definitivamente no me esperaba que me dijera eso. Harlow mencionó que él iba en el mismo auto que su madre el día que ella murió, pero como jamás lo vi tener pesadillas por la noche, creí que nunca le había pasado. Estaba equivocada. Me acomodo sobre mi costado, apoyando mi cabeza en mi mano, para tener una vista completa de su rostro.—Mi madre murió hace ocho años, un 25 de diciembre. Estábamos ambos en el auto, en camino a la fiesta que mi padre hacía con la familia y amigos todos los años. Mi padre y mi hermana se adelantaron, mi madre se quedó atrás porque no podía encontrar el regalo de Navidad que le había comprado a papá, así que decidí esperarla y viajar juntos. Después de todo, mamá no tenía auto, por lo que no tendría manera de llegar. Así que la esperé. Pasó una hora cuando salimos de la casa, estábamos en Nueva York y las calles se pueden poner un poco peligrosas.—dice y cierra los ojos por unos segundos antes de abrirlo.—El golpe fue de su lado del auto. El conductor iba ebrio, y murió en el acto al igual que mi madre.—suelta un fuerte suspiro y, entonces, imita mi posición para estar cara a cara.—Sé lo que es estar en un accidente y sobrevivir a ello.—levanta su mano libre y aleja un mechón de pelo que me cayó en el rostro, luego viaja a mis mejillas para limpiar las lágrimas que comenzaron a caer.—Es por eso que realmente nunca me importó decorar el departamento y pasar la cena de Navidad junto a mi padre y cientos de socios de él. Pero te lo dije hace unos meses, estamos juntos en esto. Y si es importante para ti, —se encoge de hombros.—entonces también para mí. Y sé lo que es tener pesadillas y vivir con la culpa diariamente. Ben me contó del accidente de tus padres el día que fui a contarle que estábamos comprometidos. Es por eso que me golpeó. No sólo porque me estaba por casar con su hermana pequeña, sino porque no conocía tu historia o que tenias pesadillas por las noches.—rápidamente frunzo el ceño.

—¿Mi... Mi hermano lo sabe?—le pregunto, y él asiente.

—Nuestra situación es diferente ahora, Claire.—su pulgar acaricia mi labio inferior—No quiero ser un extraño para ti. Compartimos una historia similar y, honestamente, te considero una buena amiga, sabes que si necesitas contarme algo, puedes hacerlo.