42

12.6K 735 12
                                    

42.

Cuando llegamos finalmente al lobby del hotel, todavía me encuentro en los brazos de mi hermano. Cassie no se ha despegado de mi lado y, por más que no ha dicho nada en todo el viaje en el ascensor, puedo ver su cara de preocupada. Y sé que quiere preguntarme qué demonios pasó. Ambos quieren hacerlo. Pero me permito llorar y abrazar a mi hermano por unos minutos más mientras atravesamos las puertas que nos llevan hacia la fría noche de marzo.

Pero antes de que podamos llegar al coche de mi hermano, una voz detrás nuestro nos detiene. Sé que es James, y ni siquiera tengo que voltearme para saberlo. Puedo sentir su presencia por todo mi cuerpo; ese efecto que siempre tenía en mi cada vez que entraba en una habitación. Allí está.

—¿Quieres hablar con él?—murmura mi hermano cerca de mi oído para que solo yo pueda escucharlo. Y, por más que tal vez hablar con él sea lo correcto, no puedo obligarme a mí misma a responderle que si. Siento que es demasiado por una noche, y tampoco quiero tener que escuchar sus mentiras otra vez.—No quiere hablar contigo, hermano. Retrocede.

—Ben, eres mi amigo pero no te metas en esto.

—¡Es mi jodida hermana, idiota! Y le rompiste el maldito corazón.—sisea en su dirección. Cuando siento que mi hermano intenta salir de mi agarre, lo detengo tomando su brazo. Y cuando su mirada se conecta con la mía, comienzo a negar con la cabeza.

No.

Esa no es manera de solucionar las cosas.

Todo comenzó con James y yo. Y así tiene que terminar.

No con su padre o mi hermano entre nosotros.

Sólo él y yo.

Me limpió las lágrimas de mi rostro antes de voltearme a ver al hombre que amo; el único hombre que logró, con cada palabra, romper mi corazón. Y ojalá pudiera mirarlo y no pensar en todas las cosas hermosas que ha hecho por mí, pero no puedo. El amor sigue allí. Aún cuando lo escuché hablar con su padre, básicamente diciendo que estos últimos meses fueron completamente una actuación.

—James...—digo, y no puedo evitar que mi voz se quiebre. Joder, no quería llorar ahora mismo. Necesitaba verme fuerte.

Cuando él intenta dar un paso hacia mi, lo detengo.—Claire, déjame explicártelo. No fue...—niega con la cabeza.—Lo que hayas escuchado, no es lo que crees.

Pero mi decisión ya estaba tomada. Creí que podía estar con un hombre que no me amaba, solo por el bien de mi hija. Creí que con el paso del tiempo se comenzaría a sentir de otra manera. Ahora me doy cuenta de que no puedo hacerlo. Tampoco puedo estar cerca de su padre, todo lo que ese hombre representaba...

—No importa eso, James. Pensé que era más fuerte que esto... Que nosotros, o incluso tu padre.—suelto una pequeña risa a través de las lágrimas.—Pero no puedo. No puedo estar con alguien que no me ama de la misma manera que yo lo amo. Y tampoco puedo obligarte a hacerlo. Este año ha sido... Una completa montaña rusa, y lo he soportado.—tomo una fuerte respiración. Me obligo a observar su rostro, y ojalá no lo hubiera hecho. Porque jamás he visto a James Miller lucir como... Como si hubiera perdido todo, cuando lo cierto es que él ya había ganado su todo.—Pero no es sobre mí ahora. Es sobre nuestra hija. Y no puedo obligarla a ella a vivir en un hogar con dos padres que sólo fingen estar bien, o con personas que nunca la quisieron en primer lugar. Tengo que ser mejor para ella. Por eso estoy dando un paso hacia atrás, James. Realmente no quiero nada de ti,—mucho menos de su padre— y si realmente quieres formar parte de la vida de ella, entonces lo haremos funcionar más adelante.—le doy una pequeña sonrisa, que no es para nada real, y sé que él lo sabe. Y luego me volteo, tomando la mano de Ben y caminando hacia su auto junto a mi mejor amiga.

Hasta que el contrato nos separe. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora