Capítulo 02| Elle + Corona = He creado un monstruo

49.6K 4K 2.3K
                                    


Ellery🌷

Hay una sonrisa en mi rostro difícil de quitar. ¿La razón? La corona en mi cabeza.

¡Una puta corona en mi cabeza!

¡Noah me había traído una maldita corona! ¿Pueden entender la magnitud de mi alegría? Me siento de vuelta a cuando era una niña y soñaba con ser una princesa.

—Me da miedo que sonría tanto. —Escucho decir a Ben, quien no quita la mirada cautelosa de mi sonrisa.

—Ni siquiera tu estupidez logrará que deje de sonreír, Benibu —contesto, usando el pequeño espejo para darle un poco de color a mis labios.

Obtener mi obsequio de las manos de Noah fue ridículamente fácil, solo tuve que hacer pucheros y llenarlo de abrazos y besos.

Mi mejor amigo es más fácil que la tabla del uno.

Se supone que tendríamos que estar en clases de Biología, pero al ser el primer día de clases, la profesora Lake se apiadó de nosotros y nos dio la hora libre.

No es por nada, pero creo que será mi profesora favorita.

Ahora los chicos y yo estamos sentados en una mesa libre del comedor.

—¿Ya te dije lo mucho que te amo, Noah Crawford? Porque te amo —repito por quincuagésima vez desde que el pedazo de un plástico altamente resistente fue colocado en mi cabeza.

¡Una corona!

Me va a costar mucho superar el hecho de que él me compró una corona. Una maldita corona con detalles florales que parece sacada del mismísimo castillo de la reina de Inglaterra. Si no supiera que el alcance económico de mi mejor amigo no es para tanto, habría pensado que es real de solo verla.

Que él haya pensado en mí cuando la vio —como me ha dicho hace unas horas— me llena de una emoción difícil de explicar.

Una sonrisa se forma en el rostro del castaño, quien se divierte de mi reacción.

—Me alegra mucho que te guste.

—¿Gustarme? ¡Me siento como la mismísima reina de Inglaterra! —Chillo por lo bajo, sonriendo—. Tú, pequeño caballero —señalo a Ben, adoptando una postura seria sobre la mesa, mi espalda recta, las piernas cruzadas y mirándolo por debajo de mis pestañas—, tráeme un sándwich —le ordeno, señalando su persona con una regla de plástico.

Tengo que entrar en papel.

—No me digas así. —Frunce la nariz en disgusto—. Y que tengas una corona no te convierte en reina —farfulla, mirándome con el ceño fruncido.

—Y que tú no tengas una, demuestra la envidia que sientes —bromeo—. Así que deja de ser una mala persona y tráele un sándwich a tu reina. —Al ver que duda, añado—. Te dejaré usarla —canturreo al tiempo que revoloteo mis pestañas.

Sé que se muere por hacerlo, ¿y quién no?

—Qué conste que lo hago para que me dejes en paz —farfullando cosas inentendibles, se levanta de la mesa.

Noah ríe, negando con su cabeza.

—Y tú, abrázame —mando, abriendo mis brazos para él.

Los mejores amigos no se besan (Nueva Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora