Capítulo 27| N + E = ♡

19.4K 1.4K 363
                                    

Noah🫀

Mis dedos acarician los cortos mechones del niño que dormita en mi regazo. Después una hora intensa jugando ese juego de autos en mi celular, parece estar rendido. Su hermana, contrario a él, luce muy despierta y misteriosa con su caja de herramientas al lado -así le llama a la caja que utiliza para guardar sus cosas de arte-, me mira de tanto en tanto por encima del hombro.

En la televisión frente a nosotros se reproduce una película que tiene bastante enganchado a Roger, quien apenas parece pestañear. Los cantos de Sarah se escuchan desde la cocina donde lava los platos.

Atesoro estos momentos, donde parece ser que yo soy uno más de ellos. Tengo mi propia familia, eso está claro, pero hay algo cálido en cómo la familia Fanning, un par de extraños hace unos años, me acogieron como si fuera uno mas de ellos.

—Sabes, Roger —habla Ellery, llamando la atención del hombre—. Como mi supuesto padre, deberías de estar interrogando a Noah sobre sus intenciones conmigo —dice como si nada, haciendo que tanto Roger como yo nos miremos con una sonrisa—. Digo, eso es lo que hacen los padres en los libros. Solo digo. —Se encoge de hombros como si nada, recortando un pedazo de papel.

—Tienes razón. —Aplana sus labios para contener una sonrisa y me mira—. Noah, ¿cuáles son tus intenciones con mi hija?

—¡Pero no delante de mí! Tienes que llevarlo a tu despacho e intimidarlo.

¿Futura novia o hater?

Roger suspira y, como es incapaz de decirle que no, ambos le seguimos la corriente y lo sigo cuando él se levanta, dejando con cuidado a Cody sobre el sofá.

—¿Por qué nunca le decimos que no? —Murmuro mientras atravesamos el pasillo.

—¿La has visto? Es adorable. —Se encoge de hombros con un suspiro, abriendo la puerta de su despacho.

—Sigo pensando que la consentimos demasiado —digo, tomando asiento frente a su escritorio.

—¿Planeas hacer algo al respecto? —Arquea la ceja al tiempo que toma su lugar frente a mí.

Niego.

—Me gusta consentirla.

—Eres tan culpable como yo. —Asiento, orgulloso de ser quien pone una sonrisa en sus labios—. Bueno, se supone que te tengo que intimidar, pero te conozco desde que eras un niño, y Ellery es como una hija más para mí... —suspira, y se desploma sobre su sillon—. No creo que haya nadie mejor que tú para ella, y si acaso hay algún otro, asegúrate de que no se entere.

Asiento, odiando la idea de alguien más con ella.

Hablamos un rato más antes de volver a la sala, donde Roger toma a un dormido Cody para llevarlo a su habitación. No hay rastro de Sarah, por lo que deduzco que tal vez ya se ha ido a su habitación. Checo la hora en mi celular y apenas van a ser las diez. Ya casi es hora de irme.

Pero antes, quiero un par de besos de cierta chica de pecas. Ya saben, para dormir bien y soñar con los angelitos.

—¿Qué estás haciendo? —Le llego por detrás, susurrando a su oreja y amando su piel erizada. Su aroma a flores me golpea y me abstengo de inhalar más.

Los mejores amigos no se besan (Nueva Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora