Capitulo 25: Jardín

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-vaaa que decepción...y yo que te deje a solas para que hicieras algún movimiento.

- no me regañes- dijo molesto volteando la vista, estaba consiente que era un idiota.

Udon lo observo, tal vez estaba siendo muy duro con Konohamaru – después de todo es normal que no sepas como acercarte a ella.

oye, está bien, tienes que ser como siempre, no tienes que forzarte a declararte ahora mismo- Konohamaru lo vio – tal vez suene aterrador el rechazo, pero tendrás momentos en que podrás trasmitir tus sentimientos- parecía que Udon recordaba su situación- hay cosas que un amigo no hace con una amiga, a no ser que ya no la vea como amiga- levanto su vista y lo miro con una sonrisa- esfuérzate como siempre lo has hecho- y puso su mano sobre el hombro de su amigo.

Konohamaru al escuchar sus palabras se sintió más animado.

-y dime por qué te comenzó a gustar?- le pregunto curioso Udon, su sexto sentido le decía que algo paso para que después de más de 12 años se interesara por la hyuga.

-mmm...no lo sé-se rascaba la cabeza- siempre nos divertimos juntos, y también me da mucha gracia sus...- comenzó a recordar esas caras de nerviosismo o de vergüenza que ponía Hanabi cuando no sabía que responderle – ja ella es fuerte y valiente, y también... muy linda...- le daba pena decirlo, pero era cierto, era hermosa.

-y tú que le decías FEA – sonrió Udon al verlo así.

-jaja es cierto -la nostalgia invadía sus ojos.

 -pero creo que sobre todo Hanabi es muy amable... - una sonrisa cálida se dibujaba en su cara al recordar que ella lo cuido y lo abrazo en un momento difícil para él, estando a su lado, apoyándolo. Hanabi hacia que su corazón latiera con fuerza, se ponía nervioso cada vez que ella se acercaba a él, hacía que su alrededor desapareciera por un instante, hacía que anhelase ver su sonrisa y escuchar su voz. Quería conocer más de ella, sus deseos, sus quejas, su lado más vulnerable. –Quiero estar a su lado...- se dio cuenta de lo que verdad quería. Esa chica que siempre conoció, desde que era una niña fría e intimidante, cuando se conocieron ese día en Ichiraku, esa chica con la que no podía compartir el mismo lugar sin pelear y a la que hizo llorar el primer día de presentarse, la misma con la que creció y compartió muchos recuerdos. Hanabi se había vuelto especial para él.

-vaya, parece que de verdad la quieres – se dijo Udon al darse cuenta que su amigo se había perdido en sus pensamientos- y dime, que crees que ella piense al respecto? – lo interrumpió.

Konohamaru pensó un rato, y pudo contestar- no lo se... no se si solo es amabilidad...- Udon solo lo observaba- aunque...- recordaba esa noche con las luciérnagas –parecía que nos íbamos a besar- pero estaba consiente que tal vez solo se estaban dejando llevar por el momento.

-entiendo. La próxima invítala a salir, pero los dos solos.

-que?! una cita?!

-hu! -cruzo de brazos Udon reafirmando lo que acababa de decir- Si seguimos saliendo los cuatros las cosas entre ustedes no cambiaran. Y también...- lo miro fijo – ... sabrás si tienes una oportunidad.

-ya veo...- el chico estaba rojo, "una cita con Hanabi", con solo pensarlo los nervios se hacían presente.

Konohamaru se levantó y se dirigía a la puerta.

-a dónde vas?

- a tomar aire, todo esto me canso la mente- dijo derrotado.

-bien. Yo me iré a dormir- se comenzaba a meter a la cama.

-oye Udon

-hu?

-gracias por todo- le dijo de espalda y cerró la puerta.

Udon sonrió –tonto, si somos amigos.

Konohamaru caminaba por los silenciosos pasillos de la casa de baño dirigiéndose al jardín del mismo, necesitaba refrescar su mente, necesitaba el aire fresco de la noche.

Era pasada la media noche, se podía ver una que otra pareja pasando el rato en el jardín, Konohamaru solo quería dar un paseo, le gustaba los jardines  – antes de irnos debería dar otro paseo de día- se dijo al notar la variedad de flores, estanques, sitios de descansos. Y mientras seguía el camino se detuvo; sus ojos no lo podían creer, en frente de él estaba - Hanabi...- susurro al verla en el pequeño puente.

KonoHana: Amistad y AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora